Estoy por cumplir 24 años y hace ocho, inicio con un maligno vicio llamado tabaco. Hace algunos años considerado por este servidor como un placer. Hoy, convirtiéndose en un silencioso enemigo contra quien debo luchar eternamente.
Y es una pelea complicada, la más dura de mi vida. Todos los días siento que estoy al borde de nuevamente caer en tentación. Lo dicho anteriormente. El Tabaco es un vicio y hallarle una salida es una tarea tan difícil como aspirar a que Defensor Lima (con el debido respeto a los escasos hinchas del viejo equipo de nuestro fútbol) sea campeón de la Copa Libertadores.
Hace ocho años, como jugando decidí fumar. Un anochecer del sábado se convirtió en mi cómplice perfecto para dar inicio a una historia del cual hoy puedo decir que me arrepiento. Sin saber sus consecuencias, decidí consumir un cigarrillo (con el típico cuento de que sólo será uno) sin imaginar que lo seguiría haciendo por varios años más.
Hoy no puedo darme el lujo de decir que he dejado de fumar, porque aún sigo en ese camino de la tentación, aunque la típica ‘Fuerza de Voluntad’ debe de ser mi principal carta de presentación ante un oponente que hoy lleva la mitad de la pelea ganada. La otra parte depende de mí (y de quien sí este decidido a pelear), pues lejos de los métodos artificiales (sean parches, láser o pastillas), la única arma para acabar con el consumo de tabaco es la voluntad.
He sido un fumador compulsivo y no tengo por qué ocultar mi realidad. Incluso he llegado a hacerle poesías al cigarro como si fuese un trofeo valioso hasta conocer que el tabaco es una de las drogas socialmente aceptadas y a la vez una de los más silenciosos asesinos de la vida humana. Su consumo puede provocar cerca de 55 enfermedades, siendo 17 de ellas cancerígenas.
En el Perú, casi 10 mil personas mueren por culpa del tabaco por año y el 50% de esos fumadores, fallecen entre los 30 y 60 años. Actualmente, las autoridades evalúan elevar los impuestos por tabaco a un 50 por ciento y ocupar el entero de la parte opuesta de la cajetilla, para un mensaje Anti-Tabaco que sirva para concientizar al fumador. En su momento, Alan García había dejado en claro que luchará en contra del envenenamiento de la población a través del consumo de cigarrillos, pues no solo nos lleva a enfermedades pulmonares, sino también a males coronarios y cardiovasculares.
Hasta ahora me pregunto literalmente ¿Por qué demonios decidí fumar? Y aún no logro encontrar una respuesta clara. En mis ocho años de fumador no he podido descubrir las sensaciones del fumar ni descubrir el placer del que tanto hablan. Ahora, lo único que sé es que el tabaco es uno de los tantos enemigos que tiene el ser humano, pues cada día cobra la vida de miles de personas.
Personalmente, admiro a algunos amigos míos que si tomaron la decisión de parar la mano con el consumo (expresamente a mi amigo David, quien si no me equivoco, lleva casi siete meses sin fumar y la rompe en las pichangas de los domingos). Si él lo hizo, yo también puedo hacerlo. Los años que perdí por culpa del cigarro los puedo recuperar en base a voluntad, mucha voluntad.
Aún no dejo de fumar, pero estoy camino a hacerlo. Si usted que lee este post fuma, piense en su salud y también en la integridad de toda su familia.
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