Espero que sea la última vez, que comente sobre Universitario de Deportes, no en el aspecto futbolístico sino en lo administrativo. Y es que el presente merengue lo amerita, pues es una mezcla de lástima e indignación, las sensaciones que se juntan cuando se trata de analizar la situación que atraviesa uno de los más grandes del Fútbol Peruano.
Y el problema no es de ahora, sino desde hace muchos años, que datan desde la gestión del polémico Alfredo González, que pese a la construcción del estadio Monumental y la obtención del Tricampeonato, dejó al club en una situación muy delicada, con deudas por doquier y con un futuro por demás incierto.
Pero no hagamos un repaso al pasado sino en el presente. Hay dos directorios, dos métodos de trabajo, dos intereses diferentes, pero ¿Dos entrenadores? Jaime León fue elegido presidente en un ‘extraño’ proceso electoral. Digo extraño porque fue él único candidato ante la ausencia del principal opositor al régimen, Héctor Pacheco. Hoy, la formada ‘Junta Transitoria’ tomó las riendas del club y determinó que León no tiene nada que hacer en la directiva y que todo lo hecho por él, es totalmente ilegal,
Acá entra a tallar las decisiones que viene adoptando la Junta Transitoria presidida por Eduardo Guinea, (aunque para muchos, la verdadera cabeza es Pacheco). A mi juicio, considero inoportuna la destitución de Salvador Capitano de la dirección técnica del equipo. Ojo, no tengo nada en contra de José del Solar, pero considero que si la Junta Transitoria se hace llamar como tal, su trabajo debe ser administrar los ingresos y egresos del club, poner en orden la institución y en el corto plazo, convocar a elecciones para una nueva junta directiva, que sea reconocida con todo lo de la ley implica. Guinea y compañía, pese a ser la cabeza interina, no están en facultad de decidir un cambio de entrenador, contratación de jugadores o despidos, pues su labor no es netamente deportiva sino administrativa.
Es una lástima lo que ocurrió con Salvador Capitano, pues pese a todo, demostró su profesionalismo, y como leí en algún comentario de un hincha, su caballerosidad. Entrenó seis partidos y justo cuando ya le iba encontrando el pulso al equipo, suceden estos hechos. Con estos precedentes, ningún entrenador extranjero va a querer entrenar a la U, ante este panorama tan oscuro. Su sucesor será José del Solar, antes idolatrado, pero ho declarada persona no grata para la ‘Trinchera Norte’ y demás grupos de hinchas, sólo por haber dirigido a Sporting Cristal. Situación incómoda para el Chemo, que si hubiera dirigido a Alianza Lima, derrepente y ni le permitían el ingreso al ‘Monumental’. Posiciones absurdas de personas que, en algunos casos, ni aportan en la economía de la institución y que sólo generan reacciones tontas.
Y el gran perderdor con esta situación, es la U. Hinchas y jugadores no pueden escapar ante la incertidumbre por conocer el futuro de la institución. Con sueldos atrasados, deudas por doquier, una dirigencia fantasma y el problema de las barras bravas, el equipo merengue atraviesas por una de las etapas más complicadas en toda su historia. Es difícil encontrar socio o dirigente, que ponga las manos al fuego, no porsus propios intereses, sino por lo que representa Universitario de Deportes. Es bueno preguntarle a Jaime León, Germán Leguía, Eduardo Guinea o Julio Pacheco, sobre sus intenciones para con el club, pues si la U es un sentimiento, todos deben poner el hombro para ir por el camino correcto.