Durante la época del Fujimorismo, mucho se habló de los ‘Jueces sin Rostro’. En el 2010, relacionando esto con el Fútbol Peruano, podemos hablar de ‘Dirigentes sin Rostro’. ¿Cómo es posible eso?
Entre los clubes que pelean por evitar el descenso, hay tres que sobreviven nomás por el coraje que muestran sus jugadores: José Gálvez, Cienciano del Cusco y Total Chalaco, instituciones que se juegan la cabeza en las seis fechas que faltan para el fin del Descentralizado.
Y es que es totalmente patético pensar que hace unos meses, la Federación de Historia y Estadistica del Fútbol situó a nuestro fútbol dentro de las mejores ocho ligas del planeta, junto a otras competiciones como la española, italiana, inglesa, entre otros. ¿Una liga puede ser Top Ten cuando uno de sus equipo llega en Taxi al estadio? ¿Una liga puede ser Top Ten cuando uno de sus equipos realiza una rifa para poder sanear algunas de sus deudas? ¿Una liga puede ser Top Ten cuando a un equipo se le debe casi dos meses y medio de sueldo?
Da mucha lástima, sobre todo por los jugadores, que tienen en el fútbol como el único medio para poder llevar algo a la mesa de sus respectivos hogares. Por ejemplo, este miércoles, Cienciano debe visitar en Huánuco a León. Para ello, el equipo imperial no viajará en avión, sino en bus, lo que representa un desgaste físico en sus jugadores, y también un peligro por la situación de nuestras carreteras.
¿Y Juvenal Silva? Bien gracias. Congresista, con ingresos y soplándose una Inka Kola bien campante, mientras sus jugadores luchan por llevar al menos un té filtrante para el desayuno. Da pena porque se trata de Cienciano, el único equipo que nos ha dado los únicos títulos internacionales para nuestro fútbol y que ha sido constante animador en la última década del Descentralizado, la situación es tan desesperante que los mismos jugadores, desconocen la autoridad de Silva en la presidencia del club.
En estos momentos, Cienciano se iria al descenso directo junto al Total Chalaco o Total Clean. No se sabe en realidad su origen, de dçonde viene ni mucho menos quienes son sus dirigentes. Fue un club creado en el Callao el 2009, luego del descenso del Sport Boys, con el cuento de que el pueblo chalaco no podía quedarse sin fútbol profesional. La realidad es que ningún porteño se identificó con el club, por lo que tuvieron que irse a Huacho a jugar de local.
El Total Chalaco ocupa la última posición en la tabla del acumulado. El último sábado, sus jugadores llegaron en taxi al estadio San Martín de Porres. Derrotaron 1-0 a Sporting Cristal y se dieron un respiro dentro del cuadro de cuidados intensivos donde se encuentra. Los dirigentes bien gracias, el presidente no se sabe quien es y brilla la ausencia de un vocero para que de a conocer la real situación del club. ¿Así se pretende salvar la categoría?
José Gálvez de Chimbote está también complicado con el descenso. El equipo porteño sufrió la renuncia de Mario Flores en el comando técnico a puertas de un partido fundamental con el Total Chalaco. El entrenador afirmó apenas culminado el partido con la Universidad San Martín que se iba de la institución:
”Esto va más allá del tema económico, va por el tema de respeto, de contestarte el teléfono. Tanto es el desinterés, como que no les importa, eso es lo que molesta, que no haya un regaño, una felicitación, hay una indiferencia total. Es cierto que el señor Arroyo ha conseguido dinero para poder pagarnos sino esto se hundía. Algo bueno hay, no todo es malo. Nos dijeron que la taquilla del partido con Cristal iba a ser para nosotros y al final nos dijeron que no, que se iba a pagar otras cosas; nosotros también somos importantes”.
Es la realidad de nuestro fútbol y lamentablemente tenemos que aceptarlo tal y como es. Pero también debemos de hacer frente ante los dirigentes ineptos que rigen en los clubes de nuestro fútbol, aquellos que no solo le hacen mal al club, sino que tomando el ejemplo de Cienciano, juegan con la historia y prestigio tanto del club como del Cusco.
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