Lo normal un lunes post clásico, es comentar sobre el resultado del partido. El triunfo de la U, explicar las razones que llevaron a Alianza a perder un partido que en el papel, bien pudo haber quedado en empate, pero NO!.
Otra vez, el fútbol pasa a segundo plano por culpa de el peor enemigo de la sociedad: La violencia. Un grupo de desadaptados acabaron con la vida de Walter Oyarce, hincha de Alianza Lima que acudió al Monumental a alentar al equipo de sus amores en el partido que paraliza al país.
Un sin fin de cosas se mezclan en un circulo de opiniones que tienen un mismo fin: hallar a los responsables. Hace pocos minutos, se informó que David Sánchez Manrique (a) ‘Loco David’ huyó del país con destino a Estados Unidos. Este tipo es sindicado como el principal sospechoso de haber lanzado del palco a Walter junto a otro grupo de ”desadaptados” que en su disfraz de hinchas, provocaron que nuevamente, el tema de la seguridad sea el punto de controversia en un torneo que de por si, no ofrece ninguna garantia en lo que respecta a organización deportiva y de seguridad.
¿Qué gana el fútbol si se veta al Monumental? ¿Acaso Universitario no aprendió la lección luego de lo que sucedió en el 2007 con aquel hincha del Sport Boys que fue atacado sin clemencia por hinchas cremas?
Es por ello que los estadios lucen vacíos, es por la falta de seguridad en los alrededores (e interiores) que la gente desiste de ir al Monumental, a Matute, al San Martín de Porres o al Miguel Grau y por ende, no hay ingresos económicos. Puedo ser muy hincha de Alianza Lima, pero ir a Matute siempre genera un riesgo por la cantidad de simpatizantes, que abusando de su presencia en una barra organizada como el Comando Svr, hacen de Isabel La Católica, Abtao y alrededores territorios impasabales para algunos.
¿Cuándo el fútbol dejo de ser una fiesta popular, en que ir al estadio con la familia era una sana costumbre? ¿Cuando ese entusiamo por ir a ver al equipo favorito, se convirtió en temor? En realidad, las preguntas son varias, pero no hay respuestas a tan desagradable hecho, repudiable, indignante que nuevamente, deja a segundo plano el clásico.
¿Vetar el Monumental terminará con la violencia? ¿De qué sirve el cierre del estadio, si luego, cuando haya otro clásico, algunos hinchas de Alianza, en plan de venganza, buscarán hacer justicia con sus propias manos? Lamentablemente, hay hinchas que no entienden que un clásico se juega en la cancha y que dura 90 minutos, que la rivalidad entre Alianza Lima y Universitario de Deportes, no implica el odio rencoroso entre ambos que terminan en el crimen. En el Perú se tiene un muy mal concepto del significado de clásico,
El Fútbol Peruano es y seguirá siendo por mucho tiempo más un asco. Por sus dirigentes, que se lavan las manos con algo que ellos creen, un simple problema, y por sus ‘hinchas’ que confunden pasión por loscolores con fanatismo obsesivo. Es lamentable, lo ocurrido con Walter, lo que sucedió con la joven Paola Vargas y con aquel hincha de Sport Boys. Es lamentable lo que sucedió con aquel hincha de la U que murió por una bengala lanzada desde Norte en el año 2000, y también con la violencia que inunda la Copa Perú todos los fines de semana. ¿Qué han hecho las autoridades en estos años? ¿Qué han hecho por darle garantías a un espectáculo que debe ser una fiesta para la familia que busca un momento de diversión en un estadio?
La muerte de Walter Oyarce no debe quedar ahí. Más allá de buscar a los responsables y que éstos paguen sus culpas, se debe trabajar en una política de seguridad en los estadios pero YA! No esperemos a que haya otra tragedia, a que corra más sangre, a que hayan familias que lloren por la muerte de sus seres queridos. La identidad del fútbol peruano no se puede seguir yendo al abismo por culpa de desadaptados que lo único que hacen es generar más pánico y temos entre los hinchas.
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