Existe una frase importante: ‘’No hagas a otros lo que no quieren que hagan contigo’’, y eso bien podría ser reflejo de lo que le sucedió a Argentina el pasado sábado en Ciudad del Cabo.
¿Y para qué ir con indirectas? Yo quería que gane Alemania, aunque siendo sinceros, no esperaba un resultado tan abultado. Las burlas hacia la eliminación de Brasil, para mi punto de vista, ya habían sido demasiado excesivas tomando en cuenta que a Argentina le faltaba completar su llave ante los teutones.
”Hoy le enseñaremos a los alemanes a jugar al fútbol”, declaró Diego Maradona previo al partido del sábado, un Maradona bocón como siempre y vendiendo humo aprovechando su ‘omnipotencia’ sobre el Río de la Plata. Y lo dijo faltando minutos para el partido, que era el más esperado del Mundial, más que nada por la historia que envuelve a Diego con Alemania.
Como jugador ganó en 1986 y perdió en 1990 con los teutones. En 2010 se dio la gracia de ningunear a Thomas Muller y de anunciar que Joachim Low, DT alemán, no sabía nada de fútbol. Y desacreditó a Bastian Schweinsteiger dos días antes del partido. En sí, el DT había caído en su propio verso de no hablar del rival, cuando él mismo había generado ese ambiente tan picante.
[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=uPwJ34Dy0Xk&feature=player_embedded’]Nuevamente Argentina fracasó, y para peor rasgo, fue humillado. En Mundiales, desde aquel 4-0 ante Holanda en 1974, el equipo albiceleste no era aplastado por tal manera, como ocurrió el sábado ante una disciplinada Alemania. Maradona demostró que el puesto le quedó grande, que si clasificó al Mundial no fue por una idea de juego estipulada por él, sino porque el talento individual argentino impidió una vergonzosa ausencia en Sudáfrica.
En 1990 fue la última oportunidad que Argentina si quiera llegó a semifinales. No logra superar ese tope de rendimiento que todo un país espera con muchas ansias y en mí personalmente se mezclan varias sensaciones, como la pena porque un representante sudamericano ya no está más en el Mundial, pero también me da satisfacción ver fuera a Argentina por la falta de humildad y pies sobre la tierra de Maradona y algunos de sus jugadores. A aquellos a quienes Diego intentó humillar aquella noche de Montevideo, hoy deben tener ganas de reírse en su cara, porque el propio Maradona es el principal responsable de esta humillación.
En la AFA debe haber un profundo análisis de cara a lo que viene. Maradona anunció su alejamiento del comando técnico, lo que produce estudiar la mejor decisión para el futuro. La Copa América 2011 tendría que ser el despegue inicial para Argentina, que pese al (absurdo) recibimiento de ayer en Buenos Aires, está muy golpeada. Para el ego del argentino, perder 4-0 con Alemania en cuartos de final de un Mundial, es simplemente HUMILLANTE y supuestamente imperdonable (pero se trata de Maradona).
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Fotos: Medio Tiempo / Globo Esporte