Entrenamiento de un perro guía

Perro Guía - Labrador

El perro guía es un animal adiestrado para guiar a aquellas personas ciegas, ayudando incluso en las tareas del hogar.

Durante el control de las personas con ceguera, el perro debe tener capacidad para percatarse de peligros eventuales, requiriendo de una capacidad bastante alta en cuanto a niveles de inteligencia y entrenamiento avanzados del animal.

Las diferentes razas de perros tienen características especiales que hacen que cada una de ellas puedan ser útiles al hombre. El perro guía debe reunir las siguientes características:

  • Tamaño aproximado de 55cm.
  • Alto grado de vivacidad cerebral.
  • Ser sociable hacia los hombres y animales.

El Labrador Retriever y el Golden Retriever demuestran tener cualidades excepcionales. De carácter dócil, fácilmente adiestrables, no les aflora ninguna costumbre atávica que pudiera perturbar el buen desenvolvimiento de su trabajo. Sin timidez ni cobardía, demuestran seguridad ante circunstancias extrañas e imprevisibles y suficiente agilidad mental como para ubicarse en el momento preciso.

Para el entrenamiento del Perro Guía son usados en su mayoría la raza Pastor Alemán, Labrador Retriever y Golden Retriever, aunque muy escasamente se han entrenador Collies, Dálmatas, Doberman y varias otras.

Cuando nacen, los cachorros no ven, no oyen o huelen, hasta la tercera semana empiezan a caminar, mover el rabo y distinguir personas. Desde la tercer hasta la 16º semana de vida, se considera que son las más importantes en su socialización, pues define su comportamiento con los humano y animales. Los cachorros necesitan del amor y la disciplina de su madre hasta la séptima semana de edad.

Luego se hacen varias pruebas para examinar sus reacciones a nuevos sonidos, entornos extraños, nuevas experiencias, etc. También aprenden a caminar con correa, sentarse por comando y recoger juguetes. Desde la semana 12, se observan sus reacciones a vehículos en movimiento, cambios de piso, obstáculos colgantes, obstrucción completa del camino, peatones, etc.

Una vez que ha sido cuidado por la familia adoptiva, a los 12 meses de edad aproximada, el perro debe ingresar a las instalaciones de la escuela donde empieza su entrenamiento para ser un perro-guía. En esta etapa que dura cuatro meses, el perro aprenderá a obedecer comandos y desobedecerlos de forma inteligente cuando sea necesario. Primero se acostumbra a usar el arnés y desobedecerlos de forma inteligente cuando sea necesario. El arnés confeccionado con cuero, lleva una manija metálica en cuyas puntas se sujetan argollas que se prenden del correaje. Esta manija debe ser de unos 45 cm. de largo y es de gran importancia, ya que es el medio de comunicación del perro a su dueño. El invidente siente a través del arnés los movimientos que haga el perro-guía.

El perro, en su adiestramiento, aprende primero a jalar con el arnés puesto, luego tendrá que detenerse en las esquinas de las banquetas para que el invidente no se tropiece cuando suba o baje; después aprenderá a dar vuelta tanto a la derecha como a la izquierda.

Cuando el perro haya aprendido esto de manera adecuada, se le enseña a desobedecer inteligentemente. Esto es importante, porque en muchas ocasiones, el perro-guía deberá negarse a obedecer los comandos del invidente para salvaguardar la vida de ambos. Además, el perro aprende a evadir obstáculos colgantes, aun cuando por su estatura no le afecten directamente como ramas, cables, tubos, sombras comerciales, etc.

Si hay un obstáculo que obstruya la banqueta, deberá esquivarlo, observar si no circula ningún vehículo por la calle, bajar la acera, pasar el obstáculo, volver a subir y continuar su camino. El perro – guía deberá dar siempre suficiente espacio a la persona ciega para que no se tropiece con algún obstáculo.

Lo siguiente que aprende el perro guía es a subir a transportes públicos, buscar algún lugar vacío para su amo y permanecer quieto. También debe aprender a comportarse en lugares públicos como oficinas, restaurantes, tiendas, etc.

Finalmente, el instructor se vendará los ojos y se guiará con la ayuda del perro. Esta prueba será determinante para saber si el perro es apto para el trabajo que desempeñará como perro guía.