Un estudio investigó los hábitos en línea, los comportamientos, los intereses y los estilos de vida de la primera generación que realmente crece en línea y revela cómo los adolescentes no solo están involucrados en comportamientos riesgosos, sino que también ocultan estos hechos a sus padres, muchos de ellos no se dan cuenta de que sus hijos los engañan. El estudio también expone diez formas en que los adolescentes ocultan sus actividades en línea a sus padres.
“Los padres necesitan estar informados acerca del comportamiento en línea de sus hijos”
A pesar de estar conscientes de los peligros en línea, los adolescentes continúan tomando riesgos a través de la publicación de información personal y fotos riesgosas en línea, hechos que son desconocidos por sus padres. Muchos adolescentes acceden a contenido inapropiado en línea, a pesar de que el 73,5% de los padres cree que sus hijos no acceden a contenido en línea inapropiado para su edad. Específicamente, el 43% de los adolescentes ha tenido acceso a violencia simulada en línea, un 36% ha accedido a temas sexuales en línea y un 32% ha tenido acceso a contenido con personas desnudas o pornografía en línea.
Casi la mitad de los padres cree que sus hijos les dicen todo lo que hacen en línea e insisten en que ellos mandan cuando se trata de controlar los comportamientos en línea de sus hijos. Sin embargo, el estudio revela que los adolescentes que engañan a sus padres están en aumento, más del 70% de los adolescentes ha encontrado formas de evitar el control de los padres, en comparación con el año 2010, en que el 45% de los adolescentes ocultó su comportamiento en línea a sus padres. Las diez formas más comunes con que los adolescentes engañan a sus padres incluyen:
- Borrar la historia del navegador (53%)
- Cerrar/minimizar el navegador cuando los padres se acercan a ellos (46%)
- Ocultar o borrar mensajes instantáneos o vídeos (34%)
- Mentir u omitir detalles acerca de sus actividades en línea (23%)
- Utilizar una computadora que sus padres no revisan (23%)
- Utilizar un dispositivo móvil con capacidad para Internet (21%)
- Utilizar configuraciones privadas para que cierto contenido sea visto solo por amigos (20%)
- Utilizar modos de navegación privados (20%)
- Crear una dirección de correo electrónico privada que los padres no conocen (15%)
- Crear perfiles duplicados/falsos en redes sociales (9%)
Así como los adolescentes continúan siendo más astutos en línea que sus padres, muchos más adolescentes participan en actividades peligrosas e incluso actividades ilegales. Sorprendentemente, el 15% de los adolescentes ha accedido en forma ilegal a una cuenta de red social, un 30,7% tiene acceso a películas y música pirateadas y un 8,7% ha accedido en forma ilegal al correo electrónico de alguien en línea, mientras menos del 15% de los padres está consciente de que sus hijos están involucrados en alguno de estos comportamientos. El acceso instantáneo a la información también ha hecho más fácil que nunca que los adolescentes hagan trampa en la escuela, con un 16% que admite haber buscado las respuestas de las pruebas en su teléfono y un 48,1% que ha buscado las respuestas en línea. Mientras tanto, el 77,2% de los padres afirmó que no les preocupaba que sus hijos hicieran trampa en línea, lo que muestra nuevamente una desconexión.
“Si bien no necesariamente sorprende que los adolescentes estén involucrados en los mismos tipos de comportamientos rebeldes en línea que ellos muestran cuando no están conectados, es sorprendente la forma en que los padres están desconectados”, señala Stanley Holditch, experto de seguridad en línea de McAfee. “Existe un mayor aumento en el número de adolescentes que buscan formas de ocultar a sus padres lo que hacen en línea, en comparación con el estudio del año 2010. Esta es una generación que se siente muy cómoda con la tecnología que está superando a sus padres en entendimiento y se escapa con comportamientos que ponen su seguridad en riesgo”.
Además de ponerse a sí mismos en situaciones de riesgo, los adolescentes encuentran que gran parte de este comportamiento en línea se atribuye a problemas personales. De hecho, alrededor de la mitad de los adolescentes con una cuenta en una red social ha experimentado consecuencias negativas como resultado de esto, como por ejemplo: discutir con amigos (35,4%), tener problemas en el hogar o la escuela (25,2%), terminar relaciones de amistad (20%), temer por su seguridad (6,8%) y peleas físicas (4,5%). En cambio, muchos padres no aceptan la realidad, solo el 22% afirma que sus hijos pueden tener muchos problemas en línea.
A pesar de la clásica negación: “mi hijo no”, muchos padres están comenzando a subir la apuesta con el control en línea para ayudar a mantener a salvo a sus hijos en línea a través de: establecer controles de los padres (49%), obtener contraseñas de correo electrónico y red social (44%), quitar computadoras y dispositivos móviles (27%) y utilizar dispositivos basados en localización para hacer un seguimiento de los adolescentes (10%). Pero todavía existen algunos padres muy abrumados con la tecnología que se dan por vencidos y esperan lo mejor. De hecho, el 23% de los padres encuestados reveló que no controla los comportamientos en línea de sus hijos porque la tecnología los abruma.
“Los padres necesitan estar informados acerca del comportamiento en línea de sus hijos”, señala Robert Siciliano, experto de seguridad en línea de McAfee. “El hecho es que permitir a los adolescentes que participen en actividades en línea sin control los expone a peligros reales con consecuencias reales y estos peligros crecen de forma exponencial con la proliferación de las redes sociales”.
Otros resultados clave incluidos:
•Los adolescentes están más tiempo en línea del que sus padres piensan. En promedio, los adolescentes están cerca de cinco horas al día en línea, mientras que los padres piensan que sus hijos dedican un promedio de tres horas al día. Cerca del 10% de los adolescentes (10,3%) está más de diez horas al día en línea.
•Los padres están cegados en cuanto a lo mucho que los adolescentes revisan las redes sociales. Los adolescentes están pegados a su fuente de noticias con un 60% de los usuarios de las redes sociales que revisa sus cuentas en forma diaria y un 41% que revisa sus cuentas constantemente. Solo el 48% de los padres piensa que sus adolescentes revisan sus cuentas en forma diaria y solo un 22% cree que revisan sus cuentas constantemente.
•A pesar del aumento de los teléfonos inteligentes, la Generación Z va en línea con la vieja escuela. La Generación Z está más tiempo en línea en computadoras portátiles (37,35%) y computadoras de escritorio (29,8%) en comparación con teléfonos inteligentes (13,48%) y tablets (5%).
•Los adolescentes no piensan que los amigos en línea son desconocidos peligrosos. Un 12% de los adolescentes informó haberse reunido en persona con gente que solo conocía a través de interacciones en línea.
•El foursquare y los sitios de “check-in” cada vez más escasos. Facebook fue el sitio más popular con un 89,5% de adolescentes que lo utiliza, seguido por Twitter (48,7%), Google+ (41,5%), Tumblr (33%), Pintrest (20%), 4chan (23%) y MySpace (18%). Sitios basados en la localización y foursquare fueron los menos populares entre los adolescentes (12,2%).
•4chan y Tumblr están en aumento. Las redes Tumblr y 4chan están en aumento en su popularidad con una diferencia marcada entre quienes prefieren cada sitio. Tumblr es más popular entre las adolescentes mujeres (40,9%) y 4chan es más popular entre los adolescentes hombres (29,8%). Si bien estas redes se han vuelto muy populares, muchos padres no están conscientes de su existencia y el uso que le dan sus hijos adolescentes. Solo el 13% de los padres cree que sus hijos adolescentes participan en 4chan u otro panel de imágenes o paneles de discusión y solo el 16% de los padres cree que sus hijos de esta edad participan en Tumblr.
•Los adolescentes se dedican a acechar más que a compartir. La mitad de los adolescentes asegura que la mayor parte de su tiempo en las redes sociales lo dedica a observar las actividades de otros, más que a publicar algo activamente. Un 39% se describe a sí mismo como más comprometido (conversación, publicación, etc…) y un 6% señala que comparte casi todo.
•Cuando los adolescentes comparten, los padres necesitan tener cuidado. El 49% de los adolescentes publica comentarios riesgosos en las redes sociales (como lenguaje obsceno (39%) y cuando tiene citas con alguien (10%), un 16,3% de estos comentarios contiene información que ellos no desean que sus padres sepan. Un 21,5% de los adolescentes publica fotos en las redes sociales; un 7,5% exhibe a estos adolescentes en ropa provocativa y un 4,1% muestra intoxicación.
•Casi dos tercios de los adolescentes admite que sus padres saben parte de lo que ellos hacen en línea, pero particularmente, no todo lo que hacen. Dos tercios de los adolescentes señala que sus padres no necesitan saber todo lo que ellos hacen en línea. De hecho, la mitad de los adolescentes realmente cambiarían su comportamiento en línea si supieran que sus padres están observando.
•Algunos padres solo se dan por vencidos. Uno de cada tres cree que sus hijos adolescentes son más expertos en tecnología que ellos, hecho que los deja sin recursos para mantenerse al tanto de los comportamientos en línea de estos. El 23% admite que las tecnologías modernas lo abruman y solo le queda esperar lo mejor. Con muchos reclamos, ellos no tienen el tiempo o la energía para estar al tanto de todo lo que estos adolescentes hacen en línea.
•Los padres no creen que los adolescentes miran pornografía en línea. Solo el 12% de los padres piensa que sus hijos adolescentes tienen acceso a pornografía en línea, cuando el 32% de los adolescentes ha tenido acceso intencionalmente a esta y el 43% de ellos accede a pornografía en forma semanal, quizás con mayor frecuencia. Adicionalmente, el 36% de los adolescentes ha tenido acceso a temas sexuales en línea, como enfermedades de transmisión sexual y temas de embarazo; quienes realizan esto son más mujeres que hombres.
•La intimidación cibernética está en aumento. Un 62,1% de todos los adolescentes ha sido testigo de comportamiento cruel y un 23,3% ha afirmado ser blanco de intimidación cibernética, mientras que solo un 10% de los padres cree que sus hijos adolescentes han sido acosados en línea. Es más probable que las personas blancas sean acosadas (25,3%), así como también los jóvenes de 16 y 17 años (26,2%).
•Los adolescentes no solo son testigos de comportamiento cruel, también se unen a este. Los adolescentes han sentido presión social para participar en intimidación cibernética, con un 9,5% de ellos que intimida en forma real y un 24,9% que publica comentarios crueles.
•Facebook es el nuevo patio de escuela para intimidadores. El 93% de los adolescentes que ha sido testigo de comportamiento cruel en línea señala que la mayoría del comportamiento cruel en línea ocurrió en Facebook. Además, la mitad de los adolescentes ha tenido una experiencia negativa como resultado de un sitio de red social. El correo electrónico fue informado como una de las actividades en línea más seguras con solo un 6,37% de los adolescentes que informó comportamiento cruel, seguido por foros en línea (9,6%) y Tumblr (10%).
Metodología cuantitativa
TRU llevó a cabo un total de 2.017 entrevistas en línea en los Estados Unidos a adolescentes de 13 a 17 años y padres de adolescentes de estas edades. Estas entrevistas fueron divididas equitativamente entre 1.004 adolescentes y 1.013 padres de adolescentes. Las muestras de padre/adolescente dan un margen de error de + 3,1 puntos porcentuales. La muestra total de 2.017 da un margen de error de + 2,2 puntos porcentuales. Las entrevistas se llevaron a cabo del 04 de mayo al 29 de mayo de 2012.
Las entrevistas entre los adolescentes fueron divididas equitativamente por edad y sexo. Las entrevistas de los padres fueron divididas equitativamente por sexo, así como también, por edad y sexo de sus hijos adolescentes. La muestra se constituyó de 15% de encuestados hispanos y 15% de encuestados afroamericanos, y su distribución geográfica se realizó conforme al censo estadounidense.
Fuente: McAfee en 2011.