Sinceramente es una situación que ya preocupa y cansa. Nuevamente el segundo tiempo de Alianza ha vuelto a ser una pesadilla para los intereses del equipo blanquiazul, que en Trujillo perdió 1.0 ante la Universidad César Vallejo.
En la previa pintaba para un buen partido y creo que así fue. Tanto UCV como Alianza no salieron a especular y buscaron el arco rival con insistencia, convirtiendo en figuras a los dos arqueros: Salomón Libman y Manuel Heredia, éste último en un buen nivel que lo llevó incluso a ganarle varios «mano a mano» a Roberto Jiménez.
En la primera parte Alianza fue más agresivo y muy incisivo sobre el cuadro trujillano. Apostó por la velocidad de Yordy Reyna contra la experiencia de Carlos Galván, quien lo bajó del partido tras una jugada fuerte en que el joven delantero terminó perdiendo protagonismo en el partido.
El 0-0 en realidad no era tampoco un buen negocio, por lo que Alianza había mostrado en la primera parte, era evidente que sí se podía ganar el partido ante un rival tan difícil como la superficie sintética del estadio Mansiche.
Pero, ¿qué puede pasar por la cabeza de once jugadores para perder el ritmo del partido y carecer de ambición e ideas para tentar un resultado positivo?
Ocurrió en Tarapoto y perdimos con Unión Comercio. Se pudo lograr un triunfo más holgado sobre José Gálvez, pero terminó siendo un 1-0 que pudo haber sido tranquilamente 1-1. Y ahora, en Trujillo, el golazo de Ronald Quinteros prácticamente terminó por sepultar al equipo íntimo apenas iniciado el segundo tiempo. Y digo bien sepultar, porque no generó ni una sola oportunidad para empatar el partido, algo realmente preocupante si se trata de un equipo que aspira a pelear los primeros lugares de la tabla de posiciones.
Es notorio que Alianza paga el hecho de no haberse reforzado de la mejor manera. Urge un 10 que sepa controlar los hilos del equipo en la volante y un 9 fino de área, hombre netamente metido donde las papas queman. Asimismo, el hecho que Valencia insista por Bazán y Vidales, agobia más al hincha sabiendo que ambos no pasan por un buen nivel y suelen caer siempre en el gran defecto de la imprecisión. ¿Será que juegan pensando que irse a Europa se dará así nomás de fácil?
Hay derrotas que duelen y que también molestan (ojo que son cosas distintas). La de Trujillo incomoda más de la cuenta por el cómo se perdió. Ojalá en Matute se tomen un café más que cargado para el partido contra la Universidad San Martín de Porres.
Foto: libero.pe