Alianza ganó otra vez y nuevamente de la mano de Yordy Reyna. A favor es que se mantiene el buen momento del joven jugador blanquiazul, pero a la vez, nos volvemos dependientes de lo que él pueda hacer en el terreno de juego.
José Gálvez fue la víctima en esta oportunidad en Matute. Fue un 1-0 que pudo ser más amplio, pero no fue asi porque en el segundo tiempo el equipo se relajó y trajo a mi mente lo que pasó en Tarapoto ante Unión Comercio. Si no fuera por la falta de eficacia de los chimbotanos, quizás estuvieramos lamentando otro resultado que nos aleje del primer lugar.
Para destacar, el buen momento que atraviesa la defensa, empezando por un Manuel Heredia que en el arco se está volviendo un referente y alcanzando una regularidad que lo ayuda a adueñarse del pórtico grone. Ese buen momento llena de confianza a la zaga, compuesta por Walter Ibáñez y un Koichi Aparicio que poco a poco, está ganándose la confianza de Wilmar Valencia gracias a su seguridad y sobriedad para defender.
Para criticar, a excepción de Reyna, creo que los juveniles no saben aún terminar una jugada y eso pasó con Jorge Bazán, Jhonny Vidales y Gino Guerrero. Perdimos varias oportunidades debido a la falta de consistencia en ellos, por ello, resulta importante que en medio de tanta sangre joven, sea necesaria la presencia de un jugador de experiencia, que mantenga el equilibrio en el medio sector.
Alianza se mantiene en la punta y este fin de semana visita en Trujillo a la Universidad César Vallejo, un rival muy complicado y habituado al campo sintético. Ojalá la suerte nos siga acompañando.