Hoy es el Día Internacional de los Museos y pese a que en nuestro país no hay mucha química entre los niños y los museos, los padres tienen la misión de saber combinar los juegos y la experiencia educativa.
Antes de ir al museo, es ideal preparar a los niños para que tengan una idea de lo que verán. Por ejemplo, si se va a apreciar una exposición acerca de la Cultura Inca, se les puede ir leyendo cuentos acerca del Tahuantinsuyo, ver ilustraciones, ubicarlos en el mapa, etc. Eso generará en los niños expectativas de lo que verán en el museo.
Se puede realizar un juego de las fichas. Para esta actividad, se pueden emplear fichas hechas de cartón; el niño debe conservar 25 de ellas en una bolsita. Por un comportamiento inadecuado, perderá una ficha y no podrá ganar nada de la tienda del muso. Esto sirve para ir evitando inconductas al interior del museo.
Si el niño no ha sido regañado por una persona de seguridad por pararse demasiado cerca de las obras, se les pueden entregar fichas extras para reforzar su buen comportamiento.
Otra actividad es usar libreta y colores y que hagan su propia versión de pinturas famosas, en caso vayan a visitar una exposición de arte.
Tras ver los retratos se les puede pedir que se dibujen a si mismos. Es importante destacar que no hay una manera perfecta de crear arte porque cada quien ve las cosas de una manera distinta.
Si están viendo esculturas, se puede jugar a la »estatua congelada»: Se camina alrededor de la estatua y cuando se dice congelado, los niños se queda quietos en la misma posición que la escultura.
Estas actividades ayudarán a que los niños no vean como una actividad aburrida el salir de paseo al museo.
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