¿Cómo afrontar el cambio de colegio?

El cambio de colegio para un niño no es fácil. Sea que sus hijos estén pasando de la primaria a la secundaria o que se hayan mudado, empezar las clases en una escuela nueva es una situación difícil.

Para afrontar este cambio, es necesario seguir algunos consejos:

Tratar de estar en casa cuando regrese de la escuela

Prepararle el desayuno

Cenar juntos en familia

Llevarlos a la escuela las primeras semanas

Luego, es bueno que conozca a los maestros y al director de la escuela. Procure asistir a las reuniones de padres y participe. De esa manera podrá conocer a los padres de los compañeros de su hijo y lo beneficiará de dos maneras: Ayudará a entender cómo funciona la nueva escuela y dará confianza para que sus hijos vayan a las casas de sus nuevos amigos.

Inscriba a sus hijos en deportes y actividades extracurriculares para que se enganchen con la nueva escuela y hagan amigos

Organice salidas los fines de semana que los ayude a relajarse.

Lo importante es no ignorar las preocupaciones de sus hijos en el momento del cambio, sino conversar con ellos, conocer sus temores y encontrar la manera de apaciguarlos para que se adapten al nuevo ritmo lo más pronto posible

El hábito de la lectura en los niños

La lectura forma parte del camino hacia una buena educación, hacia un desarrollo óptimo intelectual de las personas y un correcto uso de palabras para nuestra vida diaria. Cultivar ese hábito desde niño es indispensable y por eso, es importante que los padres de familia puedan cultivar en ellos esta educativa costumbre.

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Una buena manera de iniciar en los niños el hábito de la lectura es mediante los cuentos. Hay una diversidad de ellos: unos vienen con pegatinas, otros para colorear, otros desplegables. Es importante que el niño escoja el libro que le gusta para que tenga interés por leerlo. Hacer algo en contra de su voluntad no ayudará en nada.

Una de las grandes dificultades a la hora de motivar al niño en la lectura está en la falta de conocimiento que tienen muchos padres al momento de situar por ese camino al niño. Si los niños están familiarizados con los libros, según algunas investigaciones, se encontrarán más preparados para tener éxito en los estudios. El acto de leer o simplemente ojear un libro, estimulará su inteligencia, imaginación y creatividad hasta el punto de hacer del hábito de la lectura una actividad sumamente enriquecedora.

Consejos para fomentar la lectura en los niños:

1. Predica con el ejemplo: Es necesario que seas un modelo para tus hijos, que te vean con un libro en la mano e intenten imitarte. Los niños sentirán más interés por leer un libro si ven que este hábito está presente en su entorno. Piensa que ellos optan por copar e imitar como una manera de aprendizaje.

2. Fomenta el contacto con el libro: Es indispensable estar convencido que la lectura debe ser usada como una forma de diversión en lugar de una obligación. El contacto con lo libros debe ser fomentado antes de que empiece la escuela o esté aprendiendo a leer.

3. Estimula sentidos: Cuando el bebé consiga sentarse firme en el suelo o en la cuna, ofrécele libros para que los maneje. Procura que se entretenga con cuentos educativos, incluso hay pequeños libros hechos con tela y material plástico.

4. Léele en voz alta: Cuando adquiera un poco más de edad, lo ideal es leerle en voz alta, siguiendo siempre la historia del libro. Empieza con los cuentos tradicionales, clásicos, pero fundamentalmente elige libros que le agraden. Si un libro resulta aburrido, olvídalo y busca otro que sea más interesante.

5. Lleva a tus hijos a la biblioteca: No hay mejor ambiente que un lugar cerrado con varios libros a disposición. Así podrán familiarizarse con los libros, aprenderá a manejarlos y construirá buenos lazos con la lectura. Tras esa experiencia querrá elegir muchas veces los libros que desee.

6. Regálale libros: Convierte un libro en un premio, será un buen estímulo. Cada vez que tengas que premiar a tu hijo por algo importante, regálale un libro sobre su tema preferido.

7. Enriquece su biblioteca: Cuando sientas que tu hijo se interesa por las historias, se involucra en la trama, se identifica con los personajes e imagina distintos finales, sorpréndelo con nuevos cuentos. Dale continuidad a esa costumbre abasteciendo el hogar con más libros y revistas.

Cómo reforzar la autoestima en los niños

En en la niñez donde se forman los cimientos de la autoestima, los padres son los principales responsables de fomentarla, ello repercutirá positivamente en su vida futura.

La autoestima es el sentimiento de valoración que sentimos hacia nosotros mismos, en simples palabras sería el amor a nuestro propio ser, incluidos nuestros gustos, apariencia física, ideales. Es la aceptación incondicional de quienes somos.

Según el psicólogo Walter Riso hay cuatro aspectos que conforman la autoestima de las personas:

  1. El autoconcepto (que se piensa de uno mismo)
  2. Autoimagen (qué tanto se agrada uno mismo)
  3. Autorrefuerzo (qué tanto se premia y se da gusto)
  4. Autoeficacia (es la confianza en uno mismo)

La autoestima se forma en la infancia, los niños buscan en sus primeros años la aceptación de sus padres,  la autoestima es aprendida y es durante los primeros años de nuestra vida que nuestro cerebro registra experiencias convirtiéndolas en creencias fabricando modelos o patrones de comportamiento, es por ello muy importante que los padres fortalezcan una buena autovaloración en sus hijos, ellos serán los encargados de  transmitirles su visión del mundo. Es crucial educar a los niños para desarrollar el amor propio,

Cómo se moldea la autoestima 

En general podemos indicar factores de tipo personal como las habilidades físicas e intelectuales, la imagen corporal; las personas significativas en la vida como padres, hermanos, profesores, amigos; este entorno constituye las creencias de la persona hacia sí misma, inculca valores, sus conceptos sobre la vida son adoptados por los niños, en mayor medida por parte de los padres.

La autoestima también esta ligada a los tipos de valores admitidos por la sociedad y si el niño las posee, sin embargo, es determinante la consideración o crítica de las personas significativas de su vida.

Importancia de la autoestima

Los niños por naturaleza se aceptan y se consideran valiosos, son más libres en sus acciones, pero necesitan la guía de los padres para no traspasar algunos límites, brindarles seguridad y controlar sus impulsos;  evitar los excesos en la disciplina, no mellar la libre expresión de los niños, se debe respetar su personalidad y no ser autoritarios. Una guía firme pero con libertad y cariño es lo ideal para una sembrar las bases de una buena autoestima en nuestros hijos.

Señales de baja autoestima

No intentar actividades nuevas por miedo a equivocarse.
No asumir sus propias responsabilidades.
Falta de confianza en sí mismo
Excesiva timidez o ser actitud agresiva.
Baja tolerancia a la frustración.

Causas de la baja autoestima en los niños

Como señalamos en líneas anteriores, los niños de manera innata confían en sí mismos, muestran una gran curiosidad por el mundo y están llenos de energía, los pequeños también pueden excederse o tener actitudes egoístas, es importante formarlos a  respetar los derechos de los demás.

Recordar que la autoestima no es ego, no se trata de hacerlos creer superiores a los demás, ni ser exigentes o ponerles altos cánones de comportamiento, la autoestima real es sentirse valioso y considerar a otros de la misma manera, brindarles consideración y  buen trato a las demás personas.

 Cómo criar un niño con una buena autoestima

Estos son algunos consejos:

Siempre brindar elogios a los niños, concentrarse en las acciones positivas que realice. No ser excesivamente críticos, no pretender la perfección en los niños. Autoanalizarse si se pretende esto de los hijos y es una actitud enraizada ya que podría proceder de la propia crianza de los padres.

Siempre mostrar respeto hacia los hijos, de la misma forma que se muestra hacia personas extrañas, inculcarles normas de cortesía.

Promover que los niños tomen sus propias decisiones, si se equivocan no descalificarlos, explicarles el motivo del error y apoyarlos, esto ayudará a hacerlos más tolerantes a la frustración y seguros de sí mismos.

Evitar la sobreprotección.

Estimular los intereses y las habilidades, hágalos partícipes de actividades interesantes y divertidas según su edad, en las cuales usted sabe que pueden sobresalir para aumentar su autoestima.

Debemos evitar sembrarles culpas, si se cometió un error, no machacar en él constantemente, ni usarlo para recriminar algún nuevo mal comportamiento,  hacerlos reflexionar de manera firme, en caso de algún mal comportamiento, evitar el castigo físico, es mejor restringir algún tipo de actividad que el niño disfrute como prohibirle el uso videojuegos o salidas.

No reprenderlo delante de otras personas.

No ser demasiado exigentes, recordar que son niños no adultos en miniatura, recordar sus necesidades emocionales, los niños no deben ser receptores de problemas de adultos.

Tener un comportamiento maduro, no actuar de manera caprichosa y variar el comportamiento según la propia conveniencia, por ejemplo decirle que mentir es malo y luego obligarlo a hacerlo por alguna circunstancia.

Instarlo a aceptar riesgos, pero no obligarlo ni recriminarlo si muestra temor, un aprendizaje progresivo es lo natural en los seres humanos.

Delegarles responsabilidades según su edad, como hacer sus tareas escolares, cumplir con rutinas para ir a dormir, ordenar sus juguetes.

 Ventajas de tener buena autoestima

Se incrementa la alegría, creatividad y la confianza, se cuenta con mayor seguridad en las tareas ha emprender, una alta autoestima permite mejorar las relaciones con las personas, disminuirá el miedo al ridículo y se tratará con consideración a los demás.

Más adelante se tendrá relaciones saludables, se amará de forma madura, no se permitirán maltratos, ya que no existirá el miedo a perder al ser amado,  la persona se sabe lo suficientemente valiosa para no permitir tratos abusivas y es capaz de  cortar con relaciones potencialmente tóxicas.

La autoestima genera mayor independencia, ya que existe más confianza en las propias decisiones y tomar el control de su propia vida.

 

Hablar de divorcio con los niños

divorcio-padres-hijosCuando una pareja de esposos decide separarse y tomar otros rumbos en su vida queda en total incertidumbre la situación de los hijos, más aún si se trata de niños, quienes tendrían que vivir con una experiencia traumática, un dolor difícil de superar para ellos. Es importante para eso que los padres sepan diferenciar entre el rol de pareja y el papel de padre y/o madre.

¿Cómo explicar a los niños la separación de los padres?

Sería ideal que los hijos fueran informados acerca de la situación de la ruptura matrimonial de una manera adecuada de acuerdo a la edad de cada uno y no hablarles mal a ellos de su padre o de su madre. Lo conveniente es que los padres informen de manera directa a sus hijos sobre su separación y que ellos no se enteren de esa decisión por terceras personas.

Consejos para hablar de divorcio con los hijos:

Comenta con claridad la situación: Explica a tu hijo que papá y mamá ya no pueden y no desean vivir juntos y que a partir de ahora vivirán en distintas casas.

Explícales qué es la separación y sus consecuencias: Habla con tus hijos sobre la realidad de la separación y procura no culpar a nadie.

Consolida lazos de amor y cariño: Asegura de madera repetida a tus hijos que ambos continúan queriéndose igual o más que antes. El padre o la madre que no tenga su custodia podrá verlos las veces que ellos lo deseen.

Respeta la rutina de tus hijos: No cambies la rutina habitual: Domicilio, entorno, relaciones con los amigos, colegio, horario, etc.

Evita echar culpas: Asegura a tus hijos que ellos no tienen ninguna responsabilidad en el divorcio. Ellos no tienen «culpa» alguna y la responsabilidad pasa solamente por papá y mamá.

Mantén opiniones positivas: Trata de proteger las opiniones positivas que tu hijo tenga de ambos padres.

Comparte preocupaciones y tareas: Trata con el progenitor no custodio todo lo relacionado con la educación y la salud del niño.

La llegada del hermanito

La llegada de un hermanito es un acontecimiento importante en la vida de un niño, al que puede reaccionar con rechazo por sentir que puede ser desplazado del amor de sus padres por el bebé, por eso es positivo darle atención, hacerlo sentir importante haciéndolo partícipe en los preparativos para el nacimiento de su hermano.  Para faciiitar la aceptación del niño a esta nueva situación, aquí le presentamos algunos consejos:

Comunique al niño del embarazo, escoja el momento correcto y bríndele una idea de en cuánto tiempo nacerá su hermanito. Conteste las preguntas que el pequeño le haga, pero no le dé información excesiva o incomprensible para su edad. Recuérdele cuando él era pequeño, puede mostrarle fotos y darle una visión positiva de esa etapa como diciéndole que será divertido para él. Puede involucrarlo en la decoración del cuarto, en la ropa del niño, así se sentirá tomado en cuenta.

Trate de entusiasmar al pequeño recordándole que será él hermano mayor y que ahora tendrá un compañero de juegos.

Lo que debe tratar es de que el niño se sienta reconocido, en ocasiones al nacer el hermano, el hijo mayor comienza a comportarse como bebé o quiere volver a tomar el biberón, entre otras conductas regresivas, hay que tener un poco de paciencia. En los primeros días la madre está dedicada al bebé, en esos casos se puede aprovechar para que el padre le dedique tiempo al niño, saliendo juntos, con juegos o actividades.

Puedes pedirle ayuda al pequeño en tareas simples para que se acerque al bebé pero si no quiere no lo obligues, él se irá acercando poco a poco, en tanto debes brindarle atención para que no se exacerben sus celos.

Algunos niños pueden tener conductas agresivas hacia al hermano que no deben ser toleradas. En algunos casos la agresividad sale a flote en el nido o colegio, a través de juegos.

Otro consejo es que el día del nacimiento se tenga planificado como pasarán los días cuando mamá se encuentre en el hospital. Que no tenga la sensación de desatención, también es una buena idea preparar juegos para que no se aburra cuando la mamá se encargue de bañar o alimentar al bebé.

Inculcando valores en los niños

Ser padres no se limita a satisfacer las necesidades básicas de los hijos, ejercer el rol de padres es una de las tareas más importantes del ser humano, nos permite ser guías y ser responsables del desarrollo de una persona, un integrante de la sociedad, un ser humano que tenemos el privilegio y también la responsabilidad de formar para el futuro.

Los padres desean lo mejor para sus hijos, la preocupación más común es brindarle una buena educación para que pueda, pero tan valioso como eso, es inculcarle valores para que pueda desenvolverse en la sociedad y sobre todo para su propia satisfacción y crecimiento personal.

Los valores son normas de conducta que marcan el buen comportamiento, los valores se constituyen en la base de no perjudicar a otras personas para lograr una buena convivencia en la sociedad.

Cómo se interiorizan los valores en los niños

Aunque hay controversia si el ser humano nace con un sentido de la moral, es decir, la consciencia de lo que está bien y mal, el concenso al que llegan los especialistas es que los valores se forman durante el periodo de la niñez a la adolescencia, a través de la socialización. Es en esa etapa en que los niños forman su sentido del bien y el mal, a través de los padres que son los transmisores de valores, en el transcurso de la vida diaria y más adelante, el colegio y los compañeros, amigos, ejercerán mayor influencia, por ello, es importante ocuparse de conocer a los amigos de los pequeños y conocer los valores que inculca el  colegio, llevar una relación fluida con los profesores y mantener siempre abierto el diálogo con los niños.

El niño aprende por imitación, si un padre le da sermones al pequeño sobre valores y buen comportamiento pero se conduce de otra manera,  esto último es lo que el pequeño absorberá y aprenderá, la acción es el verdadero ejemplo, no las palabras.

Educar a los niños en valores es más que imponerles normas o reglas, hay que explicarles el porqué de ellas, no es exigir obediencia ciega, es darles a entender con palabras sencillas que con ellas se trata de evitar dañar a otra persona y ponerse en el lugar del otro.

De hecho, la empatía es básica para desarrollar el sentido de la moral, sin esta capacidad que significa tratar de entender al otro, ponerse en su lugar; no puede formarse el sentido del bien y el mal.

 Cómo inculcar valores en los niños

Ser consecuente entre lo que se dice y se hace.
Poner límites, ejercer autoridad, algunos padres quieren ser amigos de sus hijos y temen ser demasiado estrictos, la relación de padre es mucho más que amistad, también es orientación y encaminar al niño a que sea responsable de sus actos, el castigo a veces puede ser necesario, no se habla de castigo físico que es contraproducente y dañino para el niño pero si de hacerles saber que hay comportamientos inadecuados y que el respeto es básico.
El aprendizaje de valores es continuo no es sólo de un día o charlar una vez con el hijo, es una tarea permanente.
Alentar valores como el respeto, la sinceridad, la honradez, elogiarlo si muestra actitudes basadas en valores.
Alimentar su autoestima, para que sea asertivo y pueda ser capaz de tener su propia opinión, esto lo hará capaz de evitar ceder a presiones o involucrarse en acciones negativas cuando sea adolescente.
Enseñar a los niños a tolerar la frustración, a que sean responsables por sus actos, enseñarles que toda acción trae una consecuencia.
Fomentar el diálogo, mostrarse abierto a las  preguntas de los niños.
Los niños pueden admirar a cantantes, actores, éstos pueden ser en alguna medida referentes pero no están en el entorno del niño, tienen cierta influencia, por ello, se puede aprovechar para dialogar con ellos, conocer a sus ídolos o artistas y saber que admiran de ellos.
Conocer las amistades de los niños; a medida que crecen, el grupo es más influyente en sus valores y comportamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Es bueno ponerle límites a los niños?

La ausencia de límites al interior de la familia podría traer severas consecuencias en la educación de los hijos. Por eso, es importante que los padres digan «NO» en ciertos momentos de la crianza de los niños.

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Lo que más prefiere el niño es pasarla bien todo el día y eso provoca que olviden que deben cumplir con ciertas obligaciones y es ahí donde entra a tallar el rol de los padres de familia.

Los padres deben aprender a tolerar a veces algún llanto o que el niño diga que no quiere hacer algo, pero cuando las cosas son óptimas para él, ellos deben mantenerse firmes pues eso es muy importante para la educación del niño.

Una de las principales preocupaciones de los padres es la de no ser demasiado estrictos en su educación para no provocar traumas en los niños y eso no es así, pues ellos solo se trauman si alguien les hace daño de verdad sea física o psicológicamente. Pero cuando los padres le imponen un castigo educativo, limitan su conducta o le prohíben algunas cosas por su bien.

Hay que tener en cuenta que los niños no quieren que los padres le compren o den todo. Lo que de verdad desean es que los padres estén pendientes de ellos y que cuando hay una cosa que no deben de hacer, que los padres no se la dejen hacer.

A veces los niños no tienen fuerza de voluntad y se dejan llevar por sus amigos por miedo a enfrentarse a ellos.

Como padres cuesta a veces decir que no, pero a veces es necesario darse cuenta que otorgándoles todo no se le hace ningún favor.

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