Desde hace tiempo se invoca a a tener cautela para evitar ser sorprendidos con llamadas telefónicas por parte de extorsionadores o ser víctimas de fraude, clonación de tarjetas y estafas por Internet.
Los extorsionadores aprovechan, con cierta información en mano, para efectuar llamadas engañosas a personas incautas (en su mayoría adultos mayores) y hacerles creer que sus familiares se encuentran pasando por una detención o un secuestro.
En estos casos, los facinerosos llaman a la víctima y le aseguran tener en su poder a algún familiar suyo y amenazan con hacerle daño si no deposita el monto estipulado a una cuenta corriente.
Otra modalidad frecuente es cuando los delincuentes se identifican como funcionarios de un Banco o de la Oficina de Normalización Previsional (ONP), y les indican que deben abonar un pago en efectivo en una cuenta y así cobrar un “seguro”, “devengado” o “reintegro”.
Otra estafa telefónica es el vishing, en donde el delincuente llama al cliente del banco haciéndose pasar como un operador telefónico del banco, solicitando información confidencial para ‘actualizar’ o ‘corroborar’ sus datos en su ‘base de datos’. Con estos datos, los delincuentes pueden sustraer dinero de la cuenta bancaria del cliente.
Los bancos nunca se comunica telefónicamente con sus clientes o usuarios para solicitar información referente a sus cuentas.