La inexperiencia, la improvisación, la falta de organización y los líos internos han traído sus consecuencias. Alianza Lima fue presa de todo ello la noche de ayer, ante un Libertad que aprovechó el cansancio de un equipo carente de ideas, de respuestas y por qué no, roce internacional.
¿Quién no sintió impotencia al ver el 4-1 final en el marcador? Fue tan horrendo como el uniforme con el que el equipo saltó al terreno de juego. Alianza Lima está pagando las consecuencias de decisiones desafortunadas de su presidente y de la falta de mando en José Soto, quien es defendido por algunos que creen que no debemos cuestionarlo porque es de los pocos entrenadores jóvenes preparados en el extranjero’.
¿De qué sirven los estudios? Realmente, ayer no se vio ninguna novedad en cuanto a planteamiento. Fue algo similar a lo ofrecido el año pasado: Cuatro atrás, dos de contención, dos volantes laterales, un creativo y un solo delantero. Un técnico con ‘conocimientos frescos’ ¿no tiene acaso ideas para innovar? ¿Acaso no puede ser más agresivo a la hora de plantear un partido y encontrarse en desventaja?
Jode ver la intermitencia de Paolo Hurtado, a quien siempre tendré presente en mis cuestionamientos, pues como dijeron ayer: »Ésta debe ser la oportunidad de él para terminar de consolidarse en el equipo», pero aún no. Perdió un gol increíble, se perdió en el terreno de juego y parece pensar más en no lesionarse que en arriesgar por el bien del equipo.
Jode la inseguridad de Christian Ramos, jode que año a año nos sigan estafando con extranjeros que no marcan la diferencia. Jode que siempre tengamos que depender de lo que haga un jugador, pero más aún, jode que otra vez, un error arbitral nuevamente influya en la suerte del equipo (aunque esta vez no incidió mucho en el resultado).
Pero vayamos por partes, la improvisación fue el principal enemigo de José Soto, pues ante las »desconocidas» suspensiones de Villamarín y Rabanal (y la lesión de Giancarlo Carmona), se tuvo que apelar por Ascues como lateral derecho y un Corrales por la izquierda que sinceramente, no justifica su presencia en Alianza. En la zaga, Ibáñez y Ramos nunca dieron garantía, en especial éste último quien nuevamente vuelve a ser cuestionado.
En el mediocampo, Edgar González fue lo más regular en el equipo, pese a que salía de una lesión. Su acompañante fue Albarracín, quien acusó la falta de roce internacional. Más adelante, Hurtado y Arroé tuvieron chispazos, pese al gol de ‘Joa’ que ilusionó a algunos (a mi no). Al menos, este nuevo gol le dará mayor confianza al exjugador del Siena para ubicarse mejor en el equipo, pues condiciones tiene.
Montaño nunca pudo conectar con Charquero. Jhonier fue presa del cansancio con el correr de los minutos y ya sabemos que si él no funciona, Alianza Lima tampoco. Y el uruguayo… poco o nada que mostrar.
Ahora, dejemos de ver a José Carlos Fernández como el salvador del equipo. Tuvo su momento en la Copa Libertadores 2010, pero eso no es garantía de un rendimiento similar en esta edición. Suena feo decirlo, pero JC aprovechó su oportunidad en aquella temporada, pero hoy veo complicado eso pese a que su entrega o su ímpetu nadie le cuestiona.
Seamos sinceros: Las posibilidades de Alianza Lima de pasar de ronda son muy, pero muy remotas. En la siguiente fecha, debemos visitar en Río de Janeiro al Vasco da Gama, equipo que llega golpeado tras su caída en Sao Januario ante Nacional de Uruguay. Ello lo hace más difícil porque un equipo brasileño que llega así, va a querer a como de lugar recuperar terreno en el torneo.
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