Cinco partidos. Son cinco los juegos en que Alianza no logra ganar un partido y el último fue ante Sporting Cristal en la despedida de Yordy Reyna. Otra mala racha se instaló en La Victoria, pero ahora, Wilmar Valencia no goza del completo respaldo de la hinchada y su permanencia comienza a ser cuestionada.
La Universidad San Martín de Porres, de quien se reconoce su notable alza con Julio César Uribe, ha vuelto a ser el verdugo de Alianza en el Callao. Pero esta vez, fue por 1-0 con un gol de Andy Polo en el segundo tiempo y que nuevamente provocó el grito desesperado del hincha por salir de este mal momento.
Horrible momento y engañoso con la ubicación en la tabla de posiciones. ¿A qué intenta jugar Alianza? Ante la Universidad César Vallejo (derrota para variar) no hubo el mínimo intento por hacer buen fútbol, por hilvanar una jugada importante, por crear peligro constante. Se habla de Reimond Manco, de Roberto Merino como soluciones, pero no sirve de nada si no hay una idea clara de juego, si no hay un mensaje preciso de Valencia para con los jugadores.
Parece que Wilmar no logra entrar del todo en los jugadores y preocupa eso porque ya estamos a mitad de temporada. No hay compromiso claro en la interna y el diálogo no es del todo fluído entre los jugadores. Preocupa lo que viene, preocupa que el equipo siga jugando a nada y coseche más derrotas y siga cediendo posiciones en la tabla. Aunque en este caso, debo reafirmar mi posición de que nunca se prometió ganar el título, pero si hacer una campaña decente con una Sudamericana como mínimo, pero al camino que va el equipo… es muy difícil.
Seis meses y no hay idea de juego. No sabemos qué pretende Wilmar, qué pretenden los jugadores ni mucho menos una Administración temporal que le gusta jugar al teléfono malogrado. No sabemos qué pasa por Matute.