No hubo aire en Espinar

La visita a Espinar resultó lo que se presagiaba en la previa: Complicada. Pese a su irregular transitar por el torneo, Cienciano jugando de local siempre resulta un peligro, más aún ante un Alianza Lima que estuvo cerca de arañar el empate en la altura.

Esta claro que los dos goles de Ramón Rodríguez fueron en evidente posición adelantada, pero eso no es excusa para tratar de explicar la derrota. Si hay que empezar por algo, es cuestionando la decisión de Wilmar Valencia de mantener a Forsyth en el arco, cuando Manuel Heredia había dejado una buena imagen en el partido jugado en Urcos ante Real Garcilaso.

Alianza no le tuvo temor a la altura y estuvo cerca de regresar a casa con un punto. Mauro Guevgeozián tuvo en sus pies esa oportunidad de gol, pero el travesaño salvó a Cisneros e impidió la paridad. Esta derrota, aleja al equipo del ansiado segundo puesto que da la posibilidad de encabezar uno de los grupos de la Liguilla, aunque se mantiene la esperanza de que la Reserva gane su torneo y le otorgue dos puntos vitales al primer equipo que le den una mejor ubicación.

Refuerzos:

Seamos sinceros: Era difícil que a Alianza Lima lleguen Reimond Manco o Diego Manicero, más aún si tenemos en cuenta que tanto UTC como León de Huánuco han repuntado y tienen objetivos que van muy cerca de clasificar a un torneo internacional. Lo de Pablo Vitti pudo ser real, pero el argentino optó por quedarse en su país y jugar en el club Tigre.

Pues bien, siguiendo con la política de comprar jugadores baratos, desde Paraguay tenemos al nuevo «10». Se trata de Christian Andersen, homónimo del famoso escritor danés, quien proviene del Cerro Porteño de General Franco. Por lo que vimos, en imagenes previas, da a entender que es un jugador con un poco de peso y que genera la misma incertidumbre que Guevgeozián.

Finalmente tenemos a dos ex jugadores que regresan a La Victoria: Juan Diego González Vigil y Junior Ponce. El primero, con dos etapas previas en la institución y pocos (pero algunos emovitos) goles. De Ponce, podemos decir que es un jugador hábil, pero que tiene que mejorar en la disciplina. Si se arregla de la cabeza, puede ser de suma utilidad y mostró chispazos en el 2012.