La intención de redactar este post no tiene fines polémicos ni entrar en dimes y diretes con los hinchas de Universitario de Deportes. Soy un hincha aliancista que tiene respeto por el eterno rival y eso implica, reconocer el legado dejado por Lolo Fernández, quien un 20 de mayo de 2013 nació para darle alegrías al fútbol peruano, en especial al club merengue.

Lolo Fernández ha sido (y continúa siendo), un auténtico ejemplo de deportista, pero también de persona. De él se ha dicho innumerables anécdotas que van desde sus potentes cañonazos hasta la propuesta de un cheque en blanco en Santiago de Chile, que él mismo desistió de ponerle cifra debido a su amor por Universitario de Deportes.

Vivió y jugó al fútbol en un época donde la rivalidad entre Alianza Lima y Universitario no era muy marcada como en la actualidad. Durante los años 30, era normal que ambos equipos se presten jugadores cuando tenían que disputar partidos amistosos fuera del Perú. Eso ocurrió en el año 1934, cuando Alianza fue invitado a disputar algunos juegos amistosos en Santiago de Chile, gira al que «Lolo» fue invitado junto a otros jugadores como «Campolo» Alcalde, quien en esa época militaba en el Sport Boys del Callao.

En esa gira, el llamado «Rodillo Negro» estuvo integrado por jugadores como Alejandro Villanueva, José María Lavalle, Adelfo Magallanes, el «Cholo» Morales, Juan Valdivieso y por supuesto, Lolo Fernández.

Alianza ofreció presentaciones magistrales en esa gira por Chile. Empezó derrotando 3-1 al Magallanes con goles de Lolo, Alejandro Villanueva y Adelfo Magallanes. En el segundo juego, se impuso 4-0 al ya afamado Colo Colo en el barrio de Ñuñoa. El equipo blanquiazul ganó con los goles de Magallanes, Lolo Fernández, Cholo Morales y un nuevo gol del «Cañonero».

La tercera presentación fue ante Audax Italiano y la victoria fue 2-0 para el equipo peruano, con goles de Adelfo Magallanes y Lolo Fernández tras un pase exquisito de «Manguera» Villanueva.

Luego, llegaron más triunfos: 3-1 ante Unión Española con goles de Morales en dos oportunidades y Adelfo Magallanes. Un 2-1 a Audax Italiano con goles de Morales y José María Lavalle. En este partido, Lolo Fernández fue expulsado por falta contra un jugador rival, lo que provocó un conato de bronca en el estadio de Ñuñoa.

La gira terminó con un nuevo triunfo de 3-1 sobre Montevideo Wanderers y empate a cero ante Colo Colo. En ambos partidos, Lolo Fernández estuvo ausente por lesión.

Como vemos, el «Cañonero» fue importante en esta gira aliancista por Santiago de Chile. Algo que en su momento se valoró por la buena predisposición que existía entre Alianza Lima y Universitario de Deportes, algo que hoy en día resulta imposible ver. Enhorabuena al «compadre» por los 100 años de nacimiento del gran Lolo Fernández.

Que tal diferencia en estas primeras 15 fechas. Cuando Alianza se impuso en Cajamarca al UTC, tomamos el primer lugar de la tabla de posiciones y parecíamos encaminados a pelear en los primeros lugares del Torneo Descentralizado. Fecha 15, Alianza en el puesto 8 y con una triste goleada en contra ante Inti Gas en el Callao.

El equipo tocó fondo y si muchos creíamos que la derrota ante la San Martín en aquel recordado sábado del apagón era el punto con mayor vergüenza, me animo a decir que con lo hecho ante el equipo ayacuchano lo es más, porque muy pocas veces he visto a un equipo grande, quedarse tan a merced de su rival y en calidad de local.

Lo de los rendimientos bajos no es novedad en el equipo ni mucho menos las limitaciones de algunos jugadores. Es cierto, ya me cansé de referirme sobre Jorge Bazán o Jhonny Vidales, pero da también para criticar a jugadores como Carlos Beltrán, quien cae en la total irresponsabilidad de cometer una falta infantil y dejar con 10 al equipo cuando el partido ya iba 3-0 abajo. Eso también es responsabilidad de Wilmar, porque no sacó al argentino  en el entretiempo cuando tenía una amarilla y sacó a un Cartagena que venía cumpliendo un buen juego.

¿Acaso hay un corto circuito entre los jugadores y el comando técnico? Lógicamente, hay maneras de perder pero como la del sábado es totalmente inaceptable. Un equipo rendido en su amor propio ante un Inti Gas al que se le debe dar todos los méritos, porque el equipo de Rolando Chilavert vino a la capital a hacer su partido, a aprovechar los espacios dejados por los aliancistas y sobre todo, a jugar con los errores del rival, como ocurrió con un George Forsyth que solamente se dedicó que llenar de dudas al hincha sobre su presencia por encima de un Manuel Heredia que venía haciendo las cosas bien.

El plantel corto, las contrataciones escasas, la ausencia de más referentes y más peso en la ofensiva comienzan a pasar factura. Ojo, que esa situación era totalmente previsible a inicio de temporada, pero, los medios deportivos se dedicaron a vendernos un equipo con futuro, un equipo candidato a ser campeón nacional, un grupo de «potrillos» que a final de cuenta, juegan su pelota pensando en irse al extranjero como sea. Esa es la realidad de un Alianza Lima en transición.

Se viene una segunda rueda con pocas salidas a provincia, dos de ellas al Cusco para chocar con Cienciano y el gran Real Garcilaso. En realidad, Alianza está a tiempo de escalar posiciones y tentar un buen lugar en la Liguilla final. Pero, se debe mejorar la raíz, comprometer a los jugadores y comando técnico en esta empresa.

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Video: CMD

Habíamos asegurado hace una semana, que Alianza viviría ante Juan Aurich y León de Huánuco, dos partidos bisagra para saber que tan comprometido estaba este grupo con Wilmar Valencia. Ganamos en Chiclayo y empatamos (con un poco de suerte) en Huánuco, rompiendo la racha de cuatro derrotas seguidas que tanta amargura nos hicieron pasar.

¿En qué varió la propuesta de Valencia en estos dos partidos? Jorge Bazán no fue tomado en cuenta en ambos partidos. Definitivamente, acertada decisión de Valencia pues no venía ofreciendo lo mejor de sí, y lógicamente, era el punto más bajo del equipo. En su lugar estuvo Jhonny Vidales en Chiclayo y sorprendentemente, Luis Trujillo, quien tuvo una actuación regular en el Heraclio Tapia.

En Chiclayo el equipo convenció ante un rival muy complicado como el Juan Aurich, que por nombres y plantilla llegaba como favorito. El gol de Walter Ibáñez en el primer tiempo fue un baldazo de agua fría no solamente para los chiclayanos sino también para el propio Alianza, que llegaba a tropezones al arco de Delgado. Tras el gol, el equipo se dedicó a cuidar el resultado y la defensa, en esa tarde, si estuvo mejor que en otras presentaciones indecorosas.

El triunfo de Alianza cobra mayor importancia si se tiene en cuenta lo difícil que le fue armar el equipo a Wilmar Valencia como consecuencia de jugadores lesionados o que estuvieron ausentes por otros motivos. Funcionó bien la dupla Ibáñez – Ciucci en la defensa. Cuba y Villamarín no fueron del todo protagonistas en el partido, pero estuvieron bien cuando fueron requeridos en el juego. Importante aparición de Wilder Cartagena en la volante grone, un jugador que en el Sudamericano Sub 20 ya había dado la alerta sobre su capacidad para jugar en la contención, en este caso, al lado de Carlos Beltrán. Flotando quedó Henry Quinteros y toda su experiencia para crear y hasta para apoyar en la marca. Más adelante, bajo lo de Vidales, regular y con sacrificio para el ‘Zorrito’ Aguirre para finalmente, cerrar con un Yordy Reyna a quien le faltó el gol para coronar su buena tarde en Chiclayo.

En Huánuco, la formación no sufrió demasiadas variaciones, salvo el ingreso de Trujillo en lugar de Wilmer Aguirre para que Vidales suba un poco más al ataque con Reyna. León presionó y complicó mucho a la zaga blanquiazul, que vio a Crifford Seminario y Carlos Solís inflar las redes de manera un tanto justa. Alianza supo reaccionar y con golazos de Mostto y Reyna, salvamos un punto ante un rival que mereció el triunfo y se le fue quitado de manera injusta por un grosero error del árbitro Henry Gambetta.

¿Debemos estar tranquilos? Si bien es cierto es importante sacar puntos fuera de Lima, lo importante es que Alianza resistió a lo complicado que fueron estos dos partidos seguidos. En la segunda rueda, hay muchas cosas por mejorar en la plantilla grone. Ojalá se recupere el buen ritmo de las primeras fechas y no perder de vista la cima del Descentralizado.

Malas rachas hay en todos los equipos del mundo. Alianza Lima tocó fondo el sábado último perdiendo ante Cienciano por 0-1 en el coloso de Matute. Pero ya, desde hace un buen tiempo me vengo preguntando: ¿Es responsabilidad de Wilmar Valencia?

Para mi no. Los hinchas de Alianza deberíamos estar conformes con la llegada de un entrenador que tiene como marca registrada la seriedad y la disciplina. Pero, esto se en tiempos de transición en La Victoria, donde los jugadores pasaron del infierno del 2012 a un 2013 que en principio, sería prometedor.

Pero, caídas ante Universidad César Vallejo, Universidad San Martín, Sport Huancayo y Cienciano han encendido las luces de alerta sobre el rendimiento del equipo. Esta claro, que padecemos la ausencia de jugadores claves como un ‘9’ y un ’10’ que sepa distribuír la pelota y habilitar para bien a los delanteros. Pero no los hay y si los hubieran, no responderían del todo como viene ocurriendo con algunos jugadores de la actual plantilla.

¿No responderían? Si, no responderían. Incomoda mucho la apatía de muchos jugadores como Jorge Bazán, a quien venimos esperando que explote todo su talento desde el 2011. Lo mismo pasa con un tal Jhonny Vidales, que para muchos, no aporta nada en la línea de ataque blanquiazul. ¿A qué jugamos en La Victoria? Si tenemos jugadores que piensan más en irse al extranjero que en luchar por los colores que están luciendo en la actualidad, una camiseta con historia y prestigio y cuya tradición no debe ser manchada de la manera tan insolente como lo vemos ahora.

Yo si confío en Wilmar Valencia y en su labor al frente de Alianza. La apuesta fue riesgosa en principio del año, pero él nunca en su discurso prometió el título nacional, sino un equipo que recupere su identidad este año. Pero parece que los jugadores no colaboran, juegan con suma displicencia los resultados saltan a la vista: Cuatro derrotas seguidas que nos alejan de los primeros lugares.

Los próximos dos partidos nos esperan dos salidas complicadas: Chiclayo ante Juan Aurich y a Huánuco donde nos va a esperar el León de Pepe Soto. Solamente puedo decir esto: Que Dios nos ayude.

Si, sentí vergüenza al ver a Alianza Lima ante la San Martín. Indudablemente, el equipo venía de más a menos en los trámites de los últimos partidos, pero perder un partido como ocurrió ante los albos en Matute, son cosas que difícilmente uno pueda pasar por alto.

Si después del clásico tuve el criterio de decir que por fin podríamos empezar a encaminarnos a pelear por algo importante, hoy creo que soy un poco más cauteloso, porque con lo visto la noche del sábado, no pongamos a Alianza como favorito al título porque en realidad nunca lo fue.

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Sinceramente es una situación que ya preocupa y cansa. Nuevamente el segundo tiempo de Alianza ha vuelto a ser una pesadilla para los intereses del equipo blanquiazul, que en Trujillo  perdió 1.0 ante la Universidad César Vallejo.

En la previa pintaba para un buen partido y creo que así fue. Tanto UCV como Alianza no salieron a especular y buscaron el arco rival con insistencia, convirtiendo en figuras a los dos arqueros: Salomón Libman y Manuel Heredia, éste último en un buen nivel que lo llevó incluso a ganarle varios «mano a mano» a Roberto Jiménez.

En la primera parte Alianza fue más agresivo y muy incisivo sobre el cuadro trujillano. Apostó por la velocidad de Yordy Reyna contra la experiencia de Carlos Galván, quien lo bajó del partido tras una jugada fuerte en que el joven delantero terminó perdiendo protagonismo en el partido.

El 0-0 en realidad no era tampoco un buen negocio, por lo que Alianza había mostrado en la primera parte, era evidente que sí se podía ganar el partido ante un rival tan difícil como la superficie sintética del estadio Mansiche.

Pero, ¿qué puede pasar por la cabeza de once jugadores para perder el ritmo del partido y carecer de ambición e ideas para tentar un resultado positivo?

Ocurrió en Tarapoto y perdimos con Unión Comercio. Se pudo lograr un triunfo más holgado sobre José Gálvez, pero terminó siendo un 1-0 que pudo haber sido tranquilamente 1-1. Y ahora, en Trujillo, el golazo de Ronald Quinteros prácticamente terminó por sepultar al equipo íntimo apenas iniciado el segundo tiempo. Y digo bien sepultar, porque no generó ni una sola oportunidad para empatar el partido, algo realmente preocupante si se trata de un equipo que aspira a pelear los primeros lugares de la tabla de posiciones.

Es notorio que Alianza paga el hecho de no haberse reforzado de la mejor manera. Urge un 10 que sepa controlar los hilos del equipo en la volante y un 9 fino de área, hombre netamente metido donde las papas queman. Asimismo, el hecho que Valencia insista por Bazán  y Vidales, agobia más al hincha sabiendo que ambos no pasan por un buen nivel y suelen caer siempre en el gran defecto de la imprecisión. ¿Será que juegan pensando que irse a Europa se dará así nomás de fácil?

Hay derrotas que duelen y que también molestan (ojo que son cosas distintas). La de Trujillo incomoda más de la cuenta por el cómo se perdió. Ojalá en Matute se tomen un café más que cargado para el partido contra la Universidad San Martín de Porres.

Foto: libero.pe

Hoy 10 de junio, se conmemoran 69 años de la muerte de Alejandro Villanueva, considerado ídolo máximo de Alianza Lima. Pero, en realidad los hinchas ¿han sabido valorar ese sitial de «Manguera» en la historia del club?

En las redes sociales he comentado lo que a mi parecer, ha sido una total irresponsabilidad por parte de las directivas que estuvieron a la cabeza del club en todos estos años. Nadie ha sido capaz de llevar un arreglo floral porque seguramente, ni saben dónde está enterrado el jugador que intentó «El Caracol» allá, por el año 1924.

Villanueva encabezó la primera gran generación de Alianza Lima: «El Equipo de Oro». Un plantel plagado de grandes jugadores como Juan Valdivieso, José María Lavalle, Alberto Montellanos, Adelfo Magallanes, entre otros. Aquel equipo, dominó el territorio local en la década del 30 y también, regaló grandes presentaciones en el extranjero, como lo hizo en Chile donde se paseó literalmente con sus rivales.

Con la Selección Peruana, Alejandro Villanueva disputó el Campeonato Sudamericano de Lima en 1927 y en el Mundial de Fútbol de 1930 en Uruguay. Además, integró la delegación nacional que disputó los Juegos Olimpicos de Berlín en 1936 y donde Perú tenía todo para ganar la medalla de oro, pero decisiones políticas evitaron ello.

Conoció de alegrías, pero también de tristezas. Con Alianza Lima perdió la categoría en 1938, pero ascendió rápidamente para la temporada 1940. Testimonios de la época sostienen que Villanueva era amante de la vida bohemia y las «jaranas», que al final, terminaron por afectar su carrera en el fútbol y lo obligaron a retirarse de la competencia en 1940, con apenas 32 años de edad.

Sufrió de tuberculosis, mal que se terminó por llevar a Carlos Alejandro Villanueva Martínez el 10 de abril de 1944, totalmente abandonado y en el olvido.

Y precisamente, ese abandono y olvido persiste hasta nuestros días. El único homenaje que Alianza Lima le ha hecho a su referente histórico, es el nombre del estadio ubicado en Matute y nada más. El Aliancismo no solamente es Teófilo Cubillas, César Cueto, Waldir Sáenz o los «Potrillos» de 1987. Han sido muchos, pero muchos jugadores los que forjaron la vida y riqueza de Alianza Lima en más de 110 años de historia, con Villanueva como máximo estandarte.

Un club grande, debería tener mayor respeto por sus ídolos, lamentablemente en Alianza se ha hecho caso omiso a su historia.

Foto: El Blog íntimo

Alianza ganó otra vez y nuevamente de la mano de Yordy Reyna. A favor es que se mantiene el buen momento del joven jugador blanquiazul, pero a la vez, nos volvemos dependientes de lo que él pueda hacer en el terreno de juego.

José Gálvez fue la víctima en esta oportunidad en Matute. Fue un 1-0 que pudo ser más amplio, pero no fue asi porque en el segundo tiempo el equipo se relajó y trajo a mi mente lo que pasó en Tarapoto ante Unión Comercio. Si no fuera por la falta de eficacia de los chimbotanos, quizás estuvieramos lamentando otro resultado que nos aleje del primer lugar.

Para destacar, el buen momento que atraviesa la defensa, empezando por un Manuel Heredia que en el arco se está volviendo un referente y alcanzando una regularidad que lo ayuda a adueñarse del pórtico grone. Ese buen momento llena de confianza a la zaga, compuesta por Walter Ibáñez y un Koichi Aparicio que poco a poco, está ganándose la confianza de Wilmar Valencia gracias a su seguridad y sobriedad para defender.

Para criticar, a excepción de Reyna, creo que los juveniles no saben aún terminar una jugada y eso pasó con Jorge Bazán, Jhonny Vidales y Gino Guerrero. Perdimos varias oportunidades debido a la falta de consistencia en ellos, por ello, resulta importante que en medio de tanta sangre joven, sea necesaria la presencia de un jugador de experiencia, que mantenga el equilibrio en el medio sector.

Alianza se mantiene en la punta y este fin de semana visita en Trujillo a la Universidad César Vallejo, un rival muy complicado y habituado al campo sintético. Ojalá la suerte nos siga acompañando.

Pocas veces había visto un equipo que se conforme con ganar apenas 1-0. Ese fue el caso de Alianza en su visita a Tarapoto al Unión Comercio, que para mí fue un justo ganador porque se mostró más ambicioso que el equipo blanquiazul y también, tuvo mayor ímpetu para buscar el gol ante un Alianza pasivo.

El primer tiempo mostró a Alianza con mayor dominio y con situaciones sumamente favorables que poco llevaban a pensar en perder el juego. El gol de Koichi Aparicio y la tarjeta roja al defensa Lencinas, daban a entender que Alianza podrían mantener el invicto y salir con los tres puntos de un terreno complicado como el «Carlos Vidaurre» de Tarapoto.

Me equivoqué, mejor dicho, nos equivocamos. Alianza pagó caro su necedad en fallar en la definición o «sobrarse» con el marcador. De dos llegadas. Unión Comercio definió en las dos y así, adiós invicto y el primer lugar se volvió en una zona de riesgo para el equipo de Wilmar Valencia.

De por sí, la formación me deja muchas dudas, pues Jhonny Vidales no es de mi agrado tirado por la derecha, posición donde se acomoda mejor Gino Guerrero. Además, Miguel Mostto ayer estuvo demasiado impreciso, pero fue titular debido a que Wilmar Valencia optó por darle descanso a Yordy Reyna, al menos durante el primer tiempo, tras afrontar dos partidos con la Selección Peruana de Fútbol.

Ahora, otra interrogante es: ¿Los jóvenes de Alianza están preparados mentalmente para sobrellevar una posición de privilegio en el Descentralizado? De por si, horas antes del partido se filtraron en las redes sociales fotos de Yordy Reyna dejando de lado su faceta de futbolista y aparecer modelando para una revista local. Creo yo, está ahí un error grave de los medios de comunicación, porque interfieren en el crecimiento profesional del muchacho. Muchos de estos jóvenes aún no conocen el manejo del éxito, más aún teniendo en cuenta que hace un año, estuvieron peleando por evitar el descenso, en una responsabilidad inédita para ellos.

Ya sin invicto, Wilmar Valencia, conociendo su personalidad, tendrá que ordenar la casa. El próximo partido es ante José Gálvez en Matute y creemos, no debe haber margen de error jugando en calidad de local. No olvidemos que Real Garcilaso debe un partido y de ganarlo, subiría automáticamente al primer lugar.

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Video: CMD

¿Favoritos? No creo. ¿Dar pelea? Más que seguro. Cuando salió el fixture del Campeonato Descentralizado, no dudé en afirmar que tras los partidos consecutivos ante Sporting Cristal y Universitario, conoceremos qué tanta puede ser la capacidad de Alianza Lima para pelear en los primeros puestos del torneo y creo que tras el empate con Sporting Cristal y el triunfo sobre Universitario de Deportes, para mí partidos claves, podríamos sacar al menos unas primeras conclusiones terminada la sexta fecha.

Pedimos un Alianza que recupere poco a poco su identidad histórica y que se perdió en el 2012 por culpa de malas decisiones de parte de sus dirigentes. Este Alianza va logrando tener oficio para poder pelear arriba, quizás no el título, pero si para complicar a los demás equipos candidatos a ser campeones. Pasaron las primeras seis fechas que nos dejan con 14 puntos en la bolsa. Si lo comparamos con la campaña anterior, a estas alturas del torneo, los blanquiazules tenían 5 puntos con dos dolorosas derrotas ante César Vallejo y FBC Melgar en calidad de visita.

En 2013 el panorama es otro. El amanecer al lunes es distinto y toma otro aire. Ya no se reniega como el año pasado y hoy seguimos hablando del clásico ganado a la U y de lo importante que resulta tener a un Yordy Reyna en su mejor momento y afilado de cara al ataque. Lo del «26» de Alianza toma ya calificaciones de brillante, pues él mismo generó con asistencia de Sergio Peña, el gol que nos dio el triunfo sobre Universitario el pasado viernes.

Un clásico se disfruta más aún si lo ganas, por eso, pese a la apatía de ciertos hinchas cremas que lejos de reconocer la derrota, solo se dedican a insultar y a vivir de glorias que quedaron en el recuerdo, el hincha de Alianza tiene motivo de sobra para celebrar y estar tranquilo. Este equipo tiene la pasta de Wilmar Valencia y aunque hay ciertos detalles que mejorar, el mensaje es simple: Alianza Lima está para grandes cosas en el 2013.

El partido:

Fueron dos tiempos distintos. En el primero, quizás la U mereció irse al descanso con ventaja en el marcador ante un Alianza que no terminó por pararse bien en el terreno de juego, pero que aún así se dio chance para llevar miedo al arco de Carvallo, con un disparo al palo de Wilmer Aguirre que hizo pararse a los hinchas de sus asientos y «ajustar» al compadre.

En la segunda parte, hubo un hecho clave: La expulsión de Diego Chávez, que terminó por descomponer el esquema de Ángel Comizzo. Alianza demoró en buscar los espacios pues la U, pudo tener tiempo de pararse bien ante la ausencia de su lateral derecho, más aún cuando el equipo blanquiazul se debilitó por el sector izquierdo con la roja sacada a Jorge Bazán.

Valencia decidió el ingreso de Sergio Peña (17 años) por Henry Quinteros (35 años). Pintemos esto, cuando el «Pato» debutó en la Primera de Alianza con 21 años, (1998), Sergio tenía apenas 2 años de edad.

Fue Peña, de quien se aguarda una gran proyección, quien lanzó un pase tres dedos a Reyna y Yordy supo ganarse los frejoles ante dos defensas recios como John Galliquio y Fernando Alloco, los burló y con un disparo difícil, sometió a José Carvallo. Gol aliancista y celebración (un tanto desmesurada por parte del jugador) que valen tres puntos de oro.

Importante en individualidades lo de Reyna, Peña y Manuel Heredia, garantía del arco grone pese a que George Forsyth está ya recuperado de su lesión. Importante Alianza en general durante la noche del último viernes ante un rival muy exigente como la U.

Valencia tiene ya ganado un voto de confianza y solamente estamos pendientes de mantener el buen momento en el Descentralizado.

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