¿Cómo enseñar a los niños a compartir?

Los niños no son egoístas por naturales. El egoísmo de por sí se aprende, por lo que no sabemos aún, cómo enseñarle a los niños a que hagan lo que muchos de nosotros no hemos aprendido.

El acto de compartir es una de las habilidades sociales más difíciles de enseñas a los hijos, pues necesita de mucho tiempo y práctica.

Los bebes demuestran habilidades sociales desde el día que nacen. Por ejemplo, al escuchar la voz de mamá, al voltear la cabeza para seguirla, los pequeños están estableciendo un lazo social con su entorno y cuando empiezan a jugar con otros niños, estarán desarrollando habilidades sociales que serán positivas o negativas, dependiendo de las relaciones que tengan con sus padres, familiares y maestros.

Los niños con habilidades sociales positivas tienen una mayor probabilidad de salir adelante en el colegio y en la vida. Ellos pueden tener estas habilidades:

  • Jugar bien con los demás
  • Sentirse a gusto en su ambiente
  • Compartir, colaborar y cooperar
  • Respetar su turno en las actividades
  • Identifica y expresa sus sentimientos
  • Se preocupa con los demás

Precisamente, compartir es una de las habilidades más difíciles de enseñar a los niños. Ellos pueden aprender a compartir desde pequeños, pues están preparados para compartir juguetes a partir de los cuatro o cinco años.

¿Qué hacer para lograr que los niños compartan?

1. Los grupos de juego y los encuentros para la diversión con los amiguitos son formas populares empleadas por las familias para que los niños tengan la oportunidad de estar en compañía de otros niños de su misma edad.

2. No se le debe obligar a los niños a compartir, pues él tiene que estar preparado, por lo que debe ser estimulado por sus padres, familia o maestros. La mejor forma de educar a los niños a que sepan compartir es con el ejemplo. Deje que tu hijo te vea compartir regularmente.

3. El uso de palabras que estimulen a los niños o compartir es siempre importante. Cuando el niño deja que otro niño toque sus juguetes, felicítalo diciéndole que él es muy bueno, tiene un buen corazón y sabe ser amigo.

4. Aprovecha situaciones en que exijan compartir para enseñar a tu hijo.  Por ejemplo, si tienes un trozo de torta en casa, enséñale que debe compartirlo entre todos. Pide a tu hijo que lo haga. Él se sentirá partícipe de tu buena actitud.

5. Fomenta el juego en grupo con tu hijo. Él aprenderá también a colaborar, a expresarse, y otras habilidades sociales.

6. No compares a tu hijo con otros niños, pues no todos se desarrollan a mismo ritmo. Las habilidades sociales duran toda una vida y crecen a medida que nosotros mismos crecemos.

Alimentación equilibrada durante el embarazo

Es una evidencia decir que, durante el embarazo, la mujer debe cuidar en extremo su dieta, ya que la vida del recién nacido depende de la buena alimentación de la madre. Sin embargo, se tiene la falsa creencia de que cuanto más se come, más sano nacerá el bebé. Las embarazadas tienen que comer en cantidad suficiente para sustentar a una pequeña vida, eso es cierto, pero sobre todo han de comer con variedad y calidad. Ambas son las máximas que deben regir en la dieta de una mujer encinta.

Normalmente una futura mamá engordará entre kilo y kilo y medio por cada mes de embarazo, lo que significa que aumentará entre 12 y 14 kilos de peso durante el periodo de gestación. Superar esas cifras representa un peso excesivo que supone un exceso de grasa para la madre y el niño.

Por supuesto, no ganar los kilos suficientes también es perjudicial para el bebé, sobre todo si el aumento de peso es inferior a los 4,5 kilos. Las dietas de adelgazamiento están totalmente prohibidas durante el embarazo ya que el feto recibe menos nutrientes de los que debería. Es nuestro médico el que irá vigilando el buen estado de salud de la madre y del niño, e indicará las correspondientes correcciones en la alimentación.

Una alimentación equilibrada

Las máximas de la dieta de una embarazada, como ya hemos dicho, deben ser calidad y variedad. Las comidas, por tanto, serán ricas en alimentos muy diversos, en los que estén presentes, de manera abundante, los alimentos frescos, fundamentalmente cereales, frutas, verduras, pescado, carnes, huevos y lácteos.

Además, de cada grupo de los mencionados, es necesario incluir todo tipo de productos para asegurarse de que se está recibiendo toda la cantidad de nutrientes que se necesitan en este periodo clave de la vida. Es importante insistir en que no se puede consumir de un tipo de alimento en exceso ni, cómo no, que falte cierto producto en la dieta.

Respecto a las necesidades calóricas de una embarazada, no son tantas como se ha creído tradicionalmente. Para el correcto desarrollo del feto es suficiente con incrementar 250 calorías más la dieta diaria. Es muy importante que gran parte de este aumento esté bien nutrido de proteínas (pescado, carne, huevos, legumbres y lácteos).

Proteínas, grasas y ácido fólico

Las proteínas de los productos de origen animal y de las legumbres son básicas para la dieta del ser humano y, por tanto, de la embarazada. Tampoco faltarán en su alimentación los vegetales (frutas y hortalizas) y los cereales, siempre ricos en fibra y sin azúcar.

Por otra parte, hay que evitar el consumo de grasas, que provienen fundamentalmente de la bollería, los aperitivos de patata, las bebidas gaseosas azucaradas y los dulces. La sal es necesaria para el embarazo y no debe suprimirse de la dieta, pero hay que usarla con moderación y siempre prefiriendo la sal yodada.

La vitamina fundamental para las mujeres en estado de gestación es el ácido fólico. Perteneciente al grupo B, podemos encontrarla en las verduras de hoja verde, los espárragos, las legumbres y el hígado. Para las embarazadas es imprescindible tomar al menos 0,4 mg. de esta vitamina cada día, principalmente en las primeras semanas.

Una buena provisión de ácido fólico ayuda a proteger al feto de contraer ciertos defectos congénitos de la espina dorsal y del cerebro. Si se diesen casos de carencias de esta sustancia, ya que mediante la alimentación exclusivamente puede ser difícil obtener toda la cantidad que se necesita, el especialista puede recomendar complejos vitamínicos adicionales.

Hábitos alimenticios y saludables

Como costumbre sana, una mujer encinta debe hacer tres comidas diarias, aunque si se dan molestias estomacales, se pueden ampliar a cinco o seis raciones, reduciendo, como es lógico, la cantidad de alimentos en cada una de ellas. Para superar el hambre entre comidas, el queso, el yogur, el zumo, las frutas y las verduras deberán ser los mejores tentempiés, desechando las fuentes de grasa, como pasteles, aperitivos de patata o bebidas azucaradas.

Una mujer en estado de gestación requiere tener su cuerpo bien hidratado y por eso ha de beber mucho líquido.Se recomienda que, como mínimo, la futura mamá beba unos ocho vasos de líquido diario. El agua se puede complementar con un vaso de zumo de frutas y un par de vasos de leche.

Por otra parte, una embarazada deberá ser cauta con la ingesta de cafeína. Ha de tener cuidado con el café, el té, las bebidas estimulantes y el chocolate. Todos estos productos tienen cafeína en distintas cantidades y dicha sustancia debe suministrarse con moderación.

Respecto a otros hábitos, no alimenticios en este caso, está totalmente prohibido fumar y beber alcohol.También es esencial no tomar medicamentos que no hayan sido recetados por el médico.

Una guía para una dieta variada

A continuación exponemos una lista de los requerimientos diarios que necesita una embarazada por tipo de alimento. No olvides que se trata de una guía orientativa y que, en realidad, es un médico el que mejor te puede asesorar respecto a cada caso concreto:

Fruta (2-4 raciones): recuerda que una ración equivale a media taza de fruta cortada, una fruta mediana (como una pera o una manzana) o a tres ciruelas.

Cereales (6-11 raciones): una ración equivale a una rebanada de pan, 150 gr de cereales o 100 gr de arroz o pasta.

Lácteos (3-4 raciones): una ración es un vaso de leche, dos yogures, 150 gr de queso fresco o un flan.

Proteínas (2-3 raciones): una ración es un filete de carne roja, de pollo, de pescado, o bien dos huevos.

Verduras (3-5 raciones): una taza de verduras crudas o media taza de verdura cocida.

Fuente: facilicimo.com

El problema de la obesidad en los niños

obesid_graficoHace muchos años, uno de los problemas que agobiaban a los niños y claro, causaban enorme preocupación en los padres, era la desnutrición infantil. Con el correr del tiempo, se unión otro mal: La extrema obesidad.

En el Reino Unido se cree que tanto la malnutrición como la obesidad infantil, pueden ser considerados como una forma de abuso por parte de los padres para con sus hijos.

La explicación es seria, pues si nos situamos en un ejemplo específico, hace algunos meses, un grupo de bomberos tuvo que entrar al domicilio de una joven de 19 años, no precisamente para salvarla de un incendio, sino porque se había quedado atascada en la puerta de su hogar debido a que sus 318 kilos de peso le impedían salir o entrar a su domicilio. Para salvarla, el cuerpo de bomberos tuvo que derribar la pared para luego llevarla a un hospital.

La joven fue tratada en urgencias, pero la preocupación rondó en Aberdare, localidad donde sucedió este hecho. Al notar estos problemas ¿porqué los padres no tomaron medidas preventivas? ¿No se dieron cuenta que su hija requería de un régimen alimenticio ideal y muy saludable?

Joanna Nicholas, experta en temas de protección infantil y trabajo social, es enfática en su posición: «Mi punto de vista es que la obesidad infantil debería ser tratada como una forma de abuso, tal como se considera a cualquier clase de malnutrición».

Nicholas ha atendido seis casos de niños, cuyo problema fundamental era la obesidad: »Si un niño es obeso, es una suerte de abuso por el impacto físico y psicológico que esto provoca en su vida y las implicaciones en su salud futura. Siempre escuchamos que estos niños ya ni siquiera dejan su casa. Se quedan encerrados comiendo porque su existencia es tan miserable que nadie quiere su amistad».

Hoy en día, uno de los temas problema que envuelve al mundo, es la obesidad en los niños. Si hasta hace algunos años, los padres de familia se preocupaban por que sus hijos estaban completamente desnutridos, sin fuerzas suficientes en el organismo, hoy deben pelear contra el abuso en las comidas no saludables, como la conocida »Chatarra», una salida fácil para »saciar el hambre» de los niños en lugar de preocuparse por una responsable alimentación y estilo de vida.

Estilo de vida, implica también el sedentarismo, otra mala costumbre que vienen adquiriendo los niños en los últimos tiempos,  quienes en lugar de dedicarle tiempo a la práctica de algunos deportes, optan por quedarse en el hogar, actitud que les impide un mejor desarrollo corporal y los hace propensos a sufrir de diversas enfermedades.

¿Se puede denunciar la negligencia de los padres de familia en estos casos? En el Reino Unido si, pues han habido trabajadores sociales que sugirieron llevar esta negligencia a los tribunales; es una medida radical, pero que debe ser el inicio de un punto de quiebre para este tipo de acciones que solamente perjudican la salud de los niños.

¿Es bueno ponerle límites a los niños?

La ausencia de límites al interior de la familia podría traer severas consecuencias en la educación de los hijos. Por eso, es importante que los padres digan «NO» en ciertos momentos de la crianza de los niños.

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Lo que más prefiere el niño es pasarla bien todo el día y eso provoca que olviden que deben cumplir con ciertas obligaciones y es ahí donde entra a tallar el rol de los padres de familia.

Los padres deben aprender a tolerar a veces algún llanto o que el niño diga que no quiere hacer algo, pero cuando las cosas son óptimas para él, ellos deben mantenerse firmes pues eso es muy importante para la educación del niño.

Una de las principales preocupaciones de los padres es la de no ser demasiado estrictos en su educación para no provocar traumas en los niños y eso no es así, pues ellos solo se trauman si alguien les hace daño de verdad sea física o psicológicamente. Pero cuando los padres le imponen un castigo educativo, limitan su conducta o le prohíben algunas cosas por su bien.

Hay que tener en cuenta que los niños no quieren que los padres le compren o den todo. Lo que de verdad desean es que los padres estén pendientes de ellos y que cuando hay una cosa que no deben de hacer, que los padres no se la dejen hacer.

A veces los niños no tienen fuerza de voluntad y se dejan llevar por sus amigos por miedo a enfrentarse a ellos.

Como padres cuesta a veces decir que no, pero a veces es necesario darse cuenta que otorgándoles todo no se le hace ningún favor.

Consejos para armar la lonchera escolar

Se viene iniciado en los colegios del país un nuevo año escolar. Las vacaciones llegaron a su fin y ahora, una nueva aventura estudiantil se inicia para los niños del hogar.

¿Saben los padres cómo nutrir a sus hijos durante la etapa escolar? La tarea no es muy complicada, pero si requiere de un real compromiso por parte del padre y el niño por llevar al colegio, alimentos sanos y frescos, que le permitan tener fuerzas durante la pesada jornada escolar.

Las loncheras escolares son importantes dentro del desarrollo del niño en etapa preescolar y escolar, porque permiten apoyar en las necesidades nutricionales del niño, asegurando su rendimiento en las aulas.

El contenido de las loncheras escolares es fundamental para complementar las necesidades nutricionales que el niño requiere para sobrellevar las exigencias del día en el colegio.

Para ello, una lonchera nutritiva está compuesto por elementos que dan energía como el pan, las galletas, queques, etc, destacando que pueden ser más beneficiosos al combinarse con otros alimentos como el queso, o el huevo.

Los alimentos que el niño debe llevar al colegio deben ser de fácil digestión y preparación, además de NO reemplazar al desayuno ni al almuerzo. Otro consejo valioso es el de acompañar la merienda con frutas de la estación como plátano, uva, manzana, durazno, mandarinas y naranjas.

Otras recomendaciones:

  • Enviar los alimentos en recipientes prácticos, limpios y seguros.
  • Lavar la parte interna de la lonchera para evitar la presencia de insectos y enfermedades.
  • Usar siempre una servilleta de papel antes de colocar los alimentos en la lonchera.

Tipos de loncheras (Según el Ministerio de Salud)

Lonchera 1
Leche, huevo duro, galletas y mandarina.

Lonchera 2
Pan con pollo, yogurt y manzana.

Lonchera 3
Pan con queso, agua de manzana y mandarina.

Lonchera 4
Pan con mermelada, leche con azúcar y plátano.

Lonchera 5
Dulce de leche, manzana y limonada.

Lonchera 6
Leche con azúcar, queque y manzana.

Lonchera 7
Pan con pollo, leche y uvas.

Lonchera 8
Pan con hígado frito, leche y naranja.

Lonchera 9
Pan con tortilla de huevo, leche y plátano.

Lonchera 10
Pan con mantequilla, leche y plátano.

Cómo cambiar de pañal a un bebé

Cambiar pañales es todo un arte y sólo se aprende con la práctica.

Hacerlo una y otra vez te llevará a la perfección, pero no sin antes tener que pasar por algunos pañales colocados al revés, otros que pierden su contenido, y hasta alguna salpicadura accidental, si es que tienes un varoncito.

Prepárate

• Lávate y sécate las manos (puedes utilizar una toallita desechable).
• Elige un lugar calientito, limpio y seco para cambiar al bebé. Puedes usar un colchoncito especial para cambiar bebés, pero también te servirá una toalla, un pañal de tela limpio o cualquier otra superficie suave y cálida.
• Prepara todo el material necesario. Si usas pañales desechables, necesitarás un pañal limpio y una bolsa de plástico; si usas pañales de gasa o toalla, necesitarás un pañal limpio, imperdibles y un calzoncito impermeable; si usas pañales de tela ajustados, necesitarás un pañal limpio y un forro. Si tu bebé tiene tendencia a la irritación o dermatitis de pañal, también necesitarás una crema protectora o vaselina.

Paso a paso: Cómo cambiar un pañal desechable


1. Suelta los cierres adhesivos del pañal y dóblalos hacia atrás, pegándolos sobre sí mismos para que no se adhieran a la piel del bebé, pero aún no le quites el pañal sucio.

2. Si hay caquita, límpiala primero con el propio pañal, teniendo cuidado de tapar el pene (si es varoncito) con una toallita por motivos de higiene y para evitar la «salpicadura» que mencionamos anteriormente.

3. Con una mano, sujeta al bebé por los tobillos y súbele levemente las piernas levantándole un poco las nalguitas. Aunque este gesto parezca un poco raro, es una manera muy eficiente de hacerlo.

4. Dobla al medio el pañal sucio y déjalo bajo las nalguitas del bebé, con la parte sucia en el interior del pañal.

5. Usa una toallita desechable para bebés o una toallita de tela mojada para limpiar cuidadosamente el área genital del bebé. Las niñas se deben limpiar de adelante hacia atrás (en el sentido opuesto a su vagina). Esto disminuirá la posibilidad de que entren bacterias del recto a la vagina que podrían causar una infección.

6. Levanta las dos piernas del bebé y límpiale las nalguitas.

7. Cambia el pañal sucio por uno limpio. Abre el pañal y coloca la parte que tiene los cierres adhesivos bajo las nalguitas del bebé. Ahora dobla la parte de abajo sobre la barriguita del bebé, pasándolo entre sus piernas (sepárale las piernas lo más posible, pero sin hacerle daño).Ten cuidado de que el pañal no se abulte demasiado entre las piernas del bebé, lo cual podría provocar irritación e incomodidad. Para los recién nacidos, evita cubrir el cordón umbilical (hay pañales diseñados especialmente para los recién nacidos que tienen recortada la parte delantera). Para los varones, cerciórate de que el pene esté apuntando hacia abajo para reducir la posibilidad de que se salga la orina.

8. Cierra el pañal pegando las tiras adhesivas de los dos lados. Asegúrate de que quede bien ajustado, pero no tanto que le pellizque la piel. Consulta las instrucciones del fabricante del pañal para otros consejos específicos de esa marca.

9. Cierra el pañal sucio, envolviéndolo y pegándole las tiras alrededor de sí mismo. Colócalo en la bolsa de plástico y tíralo en el bote de los pañales sucios. Viste al bebé, lávate bien las manos, ¡y ya está!

Recomendaciones al elegir regalos para los niños

En vísperas a una fecha festiva, los padres de familia piensan ya en los regalos para sus hijos, apoyados en catálogos, avisos en TV y otros medios. Pero, según el Ministerio de Salud, hay algunos factores que se deben tener en cuenta para elegir el obsequio.

En la Dirección de Salud Mental del Minsa, indican que se debe tener en cuenta la edad y madurez del niño, y que también se debe estimular su imaginación y evitar los juguetes que inciten a la violencia.

»El juego le permite al menor representar la vida real y desarrollar su capacidad innata en ellos. Así mismo desarrollan los sentidos, el lenguaje, la memoria y las funciones físicas».

Entre el año  y medio y los dos años de edad, algunos juguetes como los carritos son los que el pequeño puede manipular y aprender a identificar las formas, colores, sonidos y tamaños.

A nivel de comportamiento, el niño es egocéntrico pues está en la edad de caminar y cree que el mundo gira a su alrededor. Esa condición es superada con el juego, cuando se relaciona con otros niños y aprende a vincularse afectivamente.

Entre los 2 y 3 años, el menor imita escenas familiares y nace en él la curiosidad por saber el nombre de las cosas. Para esta edad, un buen regalo son los rompecabezas y cubos y en el caso de las niñas. las muñecas ayudan a representar situaciones de la vida diaria y crean una personalidad.

Pasados los cinco años, el niño sabe sumar, restar, leer y escribir. Un buen presente son los juegos manuales y los juegos de preguntas y respuestas, además de los experimentos. De esta forma, el pequeño reforzará la base para el pensamiento lógico matemático.

Para los más grandecitos, que se encuentran entre los 9 y 11 años de edad se recomiendan juegos de estrategia y reflexión.

Los juegos electrónicos no son recomendables porque son la base para que los niños puedan generar más adelante una adicción llamada ludopatía. Se sugiere que se deben tener en cuenta los instrumentos musicales y artículos deportivos, para así conocer las normas de disciplina.

Es importante que los padres no compren muchos juguetes a sus hijos, pues ellos se suelen cansar de ellos y no aprovechan sus beneficios.

No todos los remedios caseros pueden aliviar el sarpullido en bebés

El empleo de remedios caseros como alcohol, sábila, champú o mentol para controlar el sarpullido provocado por el uso de pañales y sudor en los bebés, podría ocasionar problemas dermatológicos e irritaciones en la piel.

El uso de este tipo de sustancias podría ampliar la zona afectada y las molestias en los pequeños.

El sudor provocado por el calor, el uso de pañales y el constante movimiento que realizan los bebés, generan la aparición del sarpullido, que son puntos rojos pequeños que causan picazón, ardor e incluso dolor, lo que motiva a los niños rascarse y llorar con desesperación.

Esta desesperación generalmente lleva a los padres de familia a recurrir a estos productos en la errónea creencia que, con ello, curarán a sus hijos. Se ha visto casos de uso incluso de detergentes y suavizante para ropa.

A los padres, no hay dejarse llevar por recomendaciones de terceros que no estén preparados o que decidan por cuenta propia, aplicar estos productos que solamente tapan los poros de la piel, permitiendo que la zona afectada se extienda para la aparición de otros problemas dermatológicos.

Es común que el sarpullido aparezca en la cara, brazos, piernas, cabeza, estómago, axilas, entrepiernas y zonas de uso de pañal.

Por ello, se sugiere que la mejor manera de evitar el sarpullido es con una correcta higiene; bañando al bebé todos los días solamente con agua, porque el jabón no es un elemento necesario salvo el bebé esté sucio.

Además, cortar las uñas de los bebés, pues ante la picazón, suelen rascarse y luego se tocan el cuerpo, con lo que pueden extender el sarpullido.

También se debe evitar en la medida de lo posible el uso de material sintético y emplear la de algodón, que permite que la piel del bebé se permanezca fresca y seca. Además, las prendas deben ser livianas y sueltas para facilitar la transpiración de la piel.

Consejos para cuidar a los niños del sol

No solo en estos veranos tan intensos es importante el cuidado de la piel de los rayos solares, más aún si se tratan de los niños; sino también en zonas altas de los andes donde el sol cae con mayor fuerza.

Resulta peligroso exponerse al sol sin los cuidados respectivos, más aún sabiendo que las quemaduras solares en los niños, por se su piel sensible, aumentan el riesgo de cáncer en la piel.

Para proteger a los niños del sol, hay algunas recomendaciones sencillas pero importantes para que los niños disfruten sus salidas sin complicaciones:

1. Use protectores solares para bebés. Se pueden usar hipoalergénicosm libre de PABA con un factor de protección solar +45. El protector debe reaplicarse varias veces al día, después del baño o cuando sudan mucho.

2. Proteja a los niños con una camiseta, además de la loción solar que no está de más.

3. No debe olvidar de proteger la cabeza, orejas y el cuello. Puede emplear sombreros, que cubran no solo la cabeza sino también las orejas y el cuello, que son zonas muy sensibles.

4. Es importante también la protección de los pies. Hay zapatillas para la playa que además de proteger la parte superior del pie, protege la planta de la arena caliente.

5. Los niños necesitan también proteger sus ojos. Es recomendable el uso de unas gafas homologadas que cuidarán la vista de los daños que pueden ocasionar los rayos ultravioleta.

6. Es importante tener a disposición una buena sombrilla, y tratar que los niños estén en ella la mayor cantidad de tiempo posible.

7- Evite exponer a los niños en horas menos recomendables: de 10 a 15 horas. Aunque estén bien protegidos, la exposición al sol no debe ser por muchas horas.

El inicio del año escolar

Se inició el Año Escolar 2013 y nuevamente, los niños retoman la rutina diaria de estudios, unos con alegría y optimismo, pero otros con cierto desgano y desánimo por ponerle punto final a las vacaciones.

¿Cómo afrontar un nuevo año de estudios en el hogar?

No es tarea fácil dejar las vacaciones y enrumbar con destino a la escuela. Es importante mantener la energía y la fortaleza mental para dar inicio a los nuevos proyectos, ideas y actividades.

Debe ser importante preparar a los niños de cara al año escolar y contagiarles mucho entusiasmo e interés por el retorno a clases. Se les debe hablar sobre el reecuentro con sus amigos, acompañarlos en la preparación de los materiales escolares y prepararlos en todo lo que concierne al regreso a las aulas.

Ser positivo de cara al comienzo de las clases, es una buena forma de actuar. No solo se supera una situación tan inevitable como el inicio de escuela de los niños, sino también, ayudamos a los pequeños a comenzar con entusiasmo este nuevo reto escolar, preparados mental y emocionalmente para ello.

Acá va lo interesante también. La rutina debe variar, los niños deben ver menos televisión y pasar menos rato en la computadora; los cambios serán bruscos pero es por el bien del alumno.

Otros consejos a tomar en cuenta:

  • Organizar horarios y nuevas actividades.
  • Preparar los útiles con anticipación.
  • No dejarse llevar por pensamientos negativos.
  • Plantear objetivos a nivel personal y familiar.
  • Entusiasmar a los hijos de manera constante.
  • Mostrarle seguridad y confianza, no transmitir miedos.
  • Pensar en actividades extracurriculares que motiven al pequeño.
  • Matricularlo en talleres programados por el colegio.

 

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