Mitos relacionados con la lactancia materna

La lactancia debe ser uno de los procesos más importantes de unión entre una madre y su hijo. Se trata de un acto donde no solo influyen los factores fisiológicos sino también, las mujeres tienen a hacer por instinto.

Cuando se da a luz nace una serie de dudas por resolver y algunos mitos que deben ser derribados, principalmente las madres, primas, tías o amigas que tienen hijos y que dan ciertos consejos sobre lo que debes y no debes hacer.

image

Para que no pase esto, se elaboraron 15 mitos comunes relacionados a la lactancia materna. ¿Cuáles son ellos?

Mito n. 1: Amamantar de manera frecuente al niño reduce la producción de leche y produce el fracaso de la lactancia

La producción de leche guarda relación con la frecuencia de mamadas y la cantidad de veces que la glándula se vacía. Funciona en relación a la demanda, ósea, mientras más se pide producir, más leche se da.

Mito n. 2: La madre requiere amamantar de cuatro a seis veces cada 24 horas para mantener una buena cantidad de leche

Las investigaciones demuestran que la madre amamanta de manera precoz (dentro de la primera hora post parto) y frecuentemente (8 a 12 veces en las primeras semanas). Con esto, la producción de leche se ve aumentada, el peso del bebé se incremente para bien y hay una posibilidad mayor de que la lactancia sea más prolongada.

Mito n. 3: Los niños obtienen toda la leche que necesitan durante los primeros cinco a diez minutos de mamar.

Mientras que muchos niños alcanzan la mayor parte de su leche en los primeros cinco a diez minutos, esto no puede ser general para todos. Los recién nacidos aún están aprendiendo a mamar y no son muy eficientes en la succión.

Mito n. 4: No despiertes a un niño que duerme.

Pese a que la mayoría de niños hacen saber el momento en que necesitan comer, en el período de recién nacidos algunos son más flojos y no pueden despertar por sí solos de manera suficiente. La mamada poco frecuente puede ser provocada por falta de madurez del niño.

Mito n. 5: El metabolismo del niño está desorganizado al nacer.

Desde que nacen, los niños tienen patrones de alimentación, sueño y vigilia. No se trata de un comportamiento desorganizado, pero refleja las necesidades específicas de esta etapa de vida. Con el tiempo, los niños se van adaptando al ambiente que los rodea sin que sea necesario un entrenamiento.

Mito n. 6: Las madres lactantes deben usar ambos pechos en cada toma.

Es importante dejar que el niño termine el primer pecho primero incluso si eso significa que él no tome del segundo pecho durante esa mamada. En la medida que la glándula es drenada se accede gradualmente a esta última leche. Si pasas a la segunda mama antes de terminar con la primera, el niño puede llenarse con la primera leche baja en calorías de los dos pechos en vez de obtener el equilibrio normal de inicio y final, algo que produce una insatisfacción infantil.

Mito n. 7: Si el niño no aumenta de peso correctamente, es por que la leche de su madre puede ser de baja calidad. Eso no existe.

Las bajas de peso tienen mucha más relación con una menor producción de leche, por poco frecuencia de mamadas o con una mala técnica de acople del niño al pecho materno.

Mito n. 8: Si la madre tiene escasez de leche es por estrés, fatiga y bajo consumo alimenticio y líquidos.

Las causas más comunes de problemas en la cantidad de leche son las tomas poco frecuentes o el mal acople del niño al pecho. El estrés, la fatiga o la desnutrición son causas de la insuficiencia del suministro de leche, porque el cuerpo tiene muy desarrollados mecanismos de supervivencia para proteger al lactante durante época de escasez.

Mito n. 9: Una madre debe tomar leche para poder producir leche.

Una dieta compuesta por verduras, frutas, granos y proteínas es lo que mamá necesita para proporcionar los nutrientes ideales para la producción de leche. El calcio se puede obtener de una variedad de alimentos no lácteos como las verduras, Es ideal mantener una dieta balanceada y una correcta hidratación.

Mito n. 10: Algunos niños son alérgicos a la leche materna.

La leche humana es la sustancia más natural y fisiológica que el niño puede recibir. La mayor frecuencia de alergias a la leche se da por la proteína de la leche de vaca y no necesariamente por leche materna. Si el niño presenta signos de alergia o intolerancia, debe ser revisado por su médico especialista, quien debe realizar una evaluación e instrucciones para eliminar de la dieta materna aquella sustancia que puede provocar la alergia.

Inculcando valores en los niños

Ser padres no se limita a satisfacer las necesidades básicas de los hijos, ejercer el rol de padres es una de las tareas más importantes del ser humano, nos permite ser guías y ser responsables del desarrollo de una persona, un integrante de la sociedad, un ser humano que tenemos el privilegio y también la responsabilidad de formar para el futuro.

Los padres desean lo mejor para sus hijos, la preocupación más común es brindarle una buena educación para que pueda, pero tan valioso como eso, es inculcarle valores para que pueda desenvolverse en la sociedad y sobre todo para su propia satisfacción y crecimiento personal.

Los valores son normas de conducta que marcan el buen comportamiento, los valores se constituyen en la base de no perjudicar a otras personas para lograr una buena convivencia en la sociedad.

Cómo se interiorizan los valores en los niños

Aunque hay controversia si el ser humano nace con un sentido de la moral, es decir, la consciencia de lo que está bien y mal, el concenso al que llegan los especialistas es que los valores se forman durante el periodo de la niñez a la adolescencia, a través de la socialización. Es en esa etapa en que los niños forman su sentido del bien y el mal, a través de los padres que son los transmisores de valores, en el transcurso de la vida diaria y más adelante, el colegio y los compañeros, amigos, ejercerán mayor influencia, por ello, es importante ocuparse de conocer a los amigos de los pequeños y conocer los valores que inculca el  colegio, llevar una relación fluida con los profesores y mantener siempre abierto el diálogo con los niños.

El niño aprende por imitación, si un padre le da sermones al pequeño sobre valores y buen comportamiento pero se conduce de otra manera,  esto último es lo que el pequeño absorberá y aprenderá, la acción es el verdadero ejemplo, no las palabras.

Educar a los niños en valores es más que imponerles normas o reglas, hay que explicarles el porqué de ellas, no es exigir obediencia ciega, es darles a entender con palabras sencillas que con ellas se trata de evitar dañar a otra persona y ponerse en el lugar del otro.

De hecho, la empatía es básica para desarrollar el sentido de la moral, sin esta capacidad que significa tratar de entender al otro, ponerse en su lugar; no puede formarse el sentido del bien y el mal.

 Cómo inculcar valores en los niños

Ser consecuente entre lo que se dice y se hace.
Poner límites, ejercer autoridad, algunos padres quieren ser amigos de sus hijos y temen ser demasiado estrictos, la relación de padre es mucho más que amistad, también es orientación y encaminar al niño a que sea responsable de sus actos, el castigo a veces puede ser necesario, no se habla de castigo físico que es contraproducente y dañino para el niño pero si de hacerles saber que hay comportamientos inadecuados y que el respeto es básico.
El aprendizaje de valores es continuo no es sólo de un día o charlar una vez con el hijo, es una tarea permanente.
Alentar valores como el respeto, la sinceridad, la honradez, elogiarlo si muestra actitudes basadas en valores.
Alimentar su autoestima, para que sea asertivo y pueda ser capaz de tener su propia opinión, esto lo hará capaz de evitar ceder a presiones o involucrarse en acciones negativas cuando sea adolescente.
Enseñar a los niños a tolerar la frustración, a que sean responsables por sus actos, enseñarles que toda acción trae una consecuencia.
Fomentar el diálogo, mostrarse abierto a las  preguntas de los niños.
Los niños pueden admirar a cantantes, actores, éstos pueden ser en alguna medida referentes pero no están en el entorno del niño, tienen cierta influencia, por ello, se puede aprovechar para dialogar con ellos, conocer a sus ídolos o artistas y saber que admiran de ellos.
Conocer las amistades de los niños; a medida que crecen, el grupo es más influyente en sus valores y comportamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Juegos Didácticos Educativos

El juego es y será siempre una eficaz e infalible herramienta pedagógica, y empleada desde tiempos antiguos para la enseñanza de cualquier arte u oficio.

Cuando nos referimos al Juegos Didácticos – Educativos en sí,  es el manejo de estrategias lúdicas con el fin de optimizar el proceso de enseñanza aprendizaje. Pues el juego no solo propicia la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades; sino que fomentan la motivación y participación activa de las actividades planteadas.

Entre los principales objetivos que busca los Juegos Didácticos – Educativos están:

La participación activa, que contribuya al análisis y  asimilación de contenidos, brindar aprendizajes significativos,  preparación para enfrentar problemas futuros, fomento al trabajo colectivo, da dinamismo a las clases.

Por ello es importante para los docentes estar a la par de los nuevos avances tecnológicos y las herramientas que estos ofrecen para emplear en las diferentes asignaturas. Saber que método se va a emplear y con qué herramientas se cuenta.

Los Juegos Didácticos – Educativos pueden llegar a ser un método de enseñanza muy eficaz para niños, jóvenes y adultos; ya que se puede adaptar de acuerdo a las necesidades grupales, pues se pueden convertir el juego de cooperación, de competencias, olimpiadas, etc.

Los Juegos Didácticos – Educativos además estimulan la creatividad, facilitan la educación porque fomenta la exploración, crea en el niño es espíritu de competencia y lo hacer sentir parte importante del grupo.

Como vemos es infinitas las posibilidades que ofrecen los Juegos Didácticos – Educativos en nuestra labor pedagógica; pero sin exageraciones, innovando, adaptando y creando lo mejor para nuestros estudiantes.

¿Cómo hacer para que el niño no se aburra en el museo?

Hoy es el Día Internacional de los Museos y pese a que en nuestro país no hay mucha química entre los niños y los museos, los padres tienen la misión de saber combinar los juegos y la experiencia educativa.

Antes de ir al museo, es ideal preparar a los niños para que tengan una idea de lo que verán. Por ejemplo, si se va a apreciar una exposición acerca de la Cultura Inca, se les puede ir leyendo cuentos acerca del Tahuantinsuyo, ver ilustraciones, ubicarlos en el mapa, etc. Eso generará en los niños expectativas de lo que verán en el museo.

Se puede realizar un juego de las fichas. Para esta actividad, se pueden emplear fichas hechas de cartón; el niño debe conservar 25 de ellas en una bolsita. Por un comportamiento inadecuado, perderá una ficha y no podrá ganar nada de la tienda del muso. Esto sirve para ir evitando inconductas al interior del museo.

Si el niño no ha sido regañado por una persona de seguridad por pararse demasiado cerca de las obras, se les pueden entregar fichas extras para reforzar su buen comportamiento.

Otra actividad es usar libreta y colores y que hagan su propia versión de pinturas famosas, en caso vayan a visitar una exposición de arte.

Tras ver los retratos se les puede pedir que se dibujen a si mismos. Es importante destacar que no hay una manera perfecta de crear arte porque cada quien ve las cosas de una manera distinta.

Si están viendo esculturas, se puede jugar a la »estatua congelada»: Se camina alrededor de la estatua y cuando se dice congelado, los niños se queda quietos en la misma posición que la escultura.

Estas actividades ayudarán a que los niños no vean como una actividad aburrida el salir de paseo al museo.

¿Qué hacer si su niño le tiene miedo al agua?

La temporada de verano se ha iniciado y con el correr de los años, muchos grupos médicos y diversos especialistas, han ido previniendo sobre los peligros que puede ocasionar la alta exposición al sol. Pero también hay casos en que muchos padres acudirán a los balnearios por primera vez en compañía de sus menores hijos.

Generalmente, todo niño le tiene miedo al agua cuando es la primera vez que acude a una playa o a una piscina. Este temor es normal pero con la seguridad que le otorguen sus padres puede ir desapareciendo poco a poco.

Empecemos aclarando el porqué del temor de los niños al agua. Básicamente sucede por temor a la inseguridad física, causado por cierto anticipo mental del daño que el niño podría sufrir en un medio totalmente desconocido para él.

Ahora, también hay que considerar que el niño puede tener ese temor como consecuencia de la «presión» de sus propios padres, quienes al repetir de manera constante «no tengas miedo», le dan a entender a su hijo que algo malo puede ocurrir.

El miedo la agua también puede ser ocasionado por algún trauma vivido, presenciado y hasta soñado por el niño.

¿Cómo acabar con ese miedo?

Para que los niños aprendan a superar su miedo (no sólo al agua sino también en general) es básico que los padres tengan suficiente paciencia para con ellos.

Hay que dejar que ese miedo vaya disminuyendo paulatinamente, sin necesidad de retarlos o llenarlos de miedo. Hay que darles seguridad, ingrediente básico en el proceso de crecimiento del niño de cara a la formación de su personalidad.

Nunca se le debe dejar suelto en el agua sin que ellos estén de acuerdo. Tampoco, debe ser sometido a humillaciones por lo que sus amigos si lo pueden hacer, pero él no.

Mientras vaya avanzando en su aprendizaje, es importante que los padres premien o motiven su esfuerzo con palabras de ánimo y aliento. Esta actitud positiva animará a los niños a que aprenda cada vez más rápido y seguro.

Para que ellos se vayan familiarizando con la piscina o el agua de mar, los padres pueden sentarse con sus hijos en el borde o la orilla y realizar una serie de actividades que a los pequeños les hará entrar en confianza con el mundo marino. Pueden por ejemplo patalear en el agua o pasear al borde mientras se le cuenta algo entretenido para que vaya olvidando la palabra miedo.

No olvide tener en cuenta que se deben evitar las horas puntas de sol, más aún si el niño no tiene más de un año de edad. Es recomendable acudir a la playa con los niños en las primeras horas de la mañana o casi al finalizar la tarde. La piel de ellos es muy sensible y las quemaduras podrían ser constantes.

De regreso al Colegio

escuelaTras los largos 2 meses de diversión en verano, vacaciones de agosto o su semana tras exámenes (en colegios privados) llega el momento de volver al colegio.

Las travesuras, salidas para jugar con los amigos y en general, hacer lo que desee, los niños no se encuentran aún aptos para volver al ritmo del colegio. Es por ello que los padres aquí juegan un papel fundamental para reinsertar a sus hijos. Aquí te brindamos algunos consejos para que puedas guiarlos y ayudarlos a que no sea tan pesada la vuelta al colegio.

1. Ve acostumbrándolo a los horarios de colegio: es el punto principal, pues los niños se encuentran con largas noches de juego, y su despertar es por ende, muy tarde de lo habitual. Por ello, días antes del inicio de clases, recorta la hora de acostarse y la de despertarse. De esa manera tu hijo se irá acostumbrando a su nuevo horario, y le será menos difícil adecuarse.

2. Prepáralo hablándole de la escuela y cálmalo de ser necesario: es necesario ir comentándole al niño lo que se vendrá, nuevos cursos, nuevos profesores, actividades  y quizás nuevos compañeros. Con todos ellos, tu hijo tendrá que adaptarse. Si se angustia o tiene miedo por todo lo nuevo que verá, compréndelo y explícale sobre las ventajas, además de darle tu comentario de experiencia, y que siempre estarás a su lado para ayudarlo a que supere los problemas.

3. Ayúdalo a que sea autónomo: a que sepa distinguir su ropa, que tengan su nombre o que estén etiquetados con sus iniciales para que pueda reconocerlo. También el hecho que se vista y se desvista sólo. En general, dale confianza en todo lo que haga.

4. Para el primer día de clases: despiértalo más temprano de lo común, así evitaremos que nos gane el tiempo. Si no desea tomar desayuno, seguramente por los nervios del inicio del año escolar, déjalo y no le insistas, pero debes prepararle un consistente almuerzo.

5. Llévalo al colegio: si puedes acompañarlo y tu hijo desea que lo hagas, debes ir hasta su salón de clase. Si no puedes por el trabajo, no te preocupes, explícale bien todo y trata de salir temprano del trabajo, para que el niño te cuente como le fue en su primer día de clases.

Evita los desencadenantes en casos de asma infantil

El asma es una enfermedad crónica inflamatoria de vías aéreas que provoca dificultad respiratoria, es decir los músculos que rodean las vías respiratorias se endurecen y el revestimiento de los conductos aéreos se hinchan por lo que obstruye el paso del aire.

En los niños suele presentarse a los 5 años, no se sabe exactamente que es lo que provoca este padecimiento, por tanto el objetivo del tratamiento del asma es controlar las manifestaciones de la enfermedad.

Además de seguir el tratamiento recomendado por el médico, se recomienda evitar los desencadenantes de las crisis asmáticas, a continuación, algunas recomendaciones útiles para prevenirlas.

 

Evita los desencadenantes de crisis de asma 

  • Humo del cigarrillo

Si hay adultos que fuman deben mantenerse alejados de los niños.

  • Ácaros del polvo

De preferencia utilice colchones, almohadas a prueba de ácaros. Evite usar tapizones y alfombras en la casa, sobre todo en el cuarto del niño. Utilice deshumedecedores si fuera posible. Aspire regularmente para evitar el polvo. Evite los peluches. Prefiera los estores o persianas de rejilla, y lávelos o límpielos periódicamente.

  • Moho

Siempre mantenga limpias las tinas y los caños. Lave regularmente las cortinas de la ducha.

  • Mascotas

Las mascotas deben permanecer lejos de los cuartos, mantener a las mascotas limpias.

  • Aerosoles Perfumados

Evítelos, pues podrían provocar reacciones alérgicas en los niños.

Los niños y sus miedos

Si tu hijo sufre por algún miedo es muy importante que le transmita tranquilidad, seguridad, y le ayude a superar a sus miedos con mucho cariño y comprensión. De una forma general, los miedos suelen aparecer en niños de edad comprendida entre los 3 y los 6 años de edad. El niño todavía no entiende el mundo que lo rodea y tampoco es capaz de separar lo real de lo imaginario. En los primeros años de vida, el niño conoce la existencia de personajes a través de los cuentos, películas, etc., y a la vez pasa a inventar compañeros y personajes, e incluso situaciones imaginarias.

Sigue leyendo Los niños y sus miedos

El estrés infantil

El estrés infantil es el conjunto de reacciones a nivel biológico y psicológico, que se producen por algunas reacciones que el niño no puede controlar, alterando su equilibrio general.

Causas del stress:

La infancia es un periodo que se caracteriza por cambios, adaptaciones. Los niños deben hacer frente a esas nuevas situaciones para poder superar las transiciones de una etapa a otra; y son esos factores  que producen ansiedad y tensión, llevándolos a comportarse de una manera distinta a lo normal.

Algunos factores que inciden la reacción de estrés del niño son:

  • Efectos o estímulos que están estresando al niño.
  • Percepción que tiene el niño ante estos efectos o estímulos que le causan estrés, es decir, tal vez no se siente capaz de enfrentarlos o cree en la capacidad de controlar lo que siente ante algún factor estresante.
  • Comportamiento del niño ante situaciones estresantes.
  • Impacto que tiene sobre su desempeño escolar, relaciones sociales, familiares, salud física y emocional.

Eventos que estresan a los niños:

Dentro del ámbito familiar: Divorcio o separación de los padres, maltrato físico de los padres, abuso sexuales en el hogar, el nacimiento de un nuevo integrante en la familia.

Dentro del ámbito escolar: Examen de colegio, hablar en público, olvidar una tarea, se molestado por niños mayores, terminar los trabajos más tarde que los demás, ser ridiculizado en clase, cambiarse de salón o escuela.

Dentro del ambiente social: El ritmo acelerado de vida que se lleva, ir al dentista o al hospital, romper o perder cosas.

¿Cómo reacciona un niño ante el estrés?

Cada niño es diferente, por lo tanto su reacción es distinta; así también los síntomas que el niño presente como respuesta ante éste, varían de acuerdo al entorno familiar y escolar.

Factores emocionales y de conducta

  • Sensibilidad.
  • Están temerosos.
  • Tienen poca confianza en sí mismos.
  • Están preocupados innecesariamente.
  • Tristeza.
  • Ansiedad.
  • Indiferencia.

Síntomas Físicos

  • Lloran sin causa alguna.
  • Sudor en las palmas de las manos.
  • Dolores de cabeza y de estómago.
  • Se tuercen o arrancan los cabellos, se muerden las uñas.
  • Pueden llegar a orinarse.
  • Perturbación del sueño, tienen pesadillas.

Síntomas físicos en el niño ante estrés excesivo

  • Dolor de cabeza.
  • Molestia estomacal.
  • Problemas para dormir.
  • Pesadillas.
  • Mojar la cama, por primera vez o de manera recurrente.
  • Disminución del apetito.
  • Cambios en los hábitos alimentarios.

Síntomas emocionales en el niño con estrés excesivo

  • Ansiedad.
  • Se siente preocupado.
  • Irritabilidad.
  • Miedos que pueden ser nuevos o recurrentes.
  • No quiere estar solo, se aferra a sus padres.
  • Comportamiento agresivo.
  • Se muestra necio.

¿Cómo ayudar a un niño con estrés?

Los padres tienen una ventaja ante situaciones como esta pues ellos conocen mejor a sus hijos e incluso pueden saber en algunas ocasiones, cómo va a reaccionar ante un factor estresor.

Algunas sugerencias son;

  • Hacerle sentir al niño y demostrarle que esta seguro en casa.
  • Ser tolerantes y enseñarlos a que lo sean ante las personas y situaciones que les causen frustración.
  • Entre las causas que pueden estresar al niño, muchas se relacionan con la escuela por lo que es muy importante elegir el colegio más adecuado para la personalidad del niño.
  • Provocar que el niño sea más abierto y comunicativo, así podrán expresar más fácilmente y con mayor libertad sus sentimientos, preocupaciones y miedos.
  • Procurar estar siempre cerca de nuestros hijos y platicar con ellos tranquilamente.
  • Escucharlos sin criticar.
  • Ayudar a los niños a que su autoestima crezca a través de la demostración de amor incondicional y al involucrarlo y participar con el, en tareas que lo hagan sentir feliz, contento.
  • Estar al pendiente de que realicen sus labores pero también de que tengan momentos de descanso y relajación, de igual manera vigilar su alimentación para que sea saludable.

El niño también puede controlar su estrés:

  •  Hablar con sus padres de sus problemas y si no es posible, con alguien en quien pueda confiar.
  • Relajándose: Puede conseguirlo al escuchar música suave, dándose un baño con agua caliente, cerrando los ojos y respirando profunda y lentamente o incluso practicando yoga para niños.
  • Tomarse un tiempo para estar solo o dedicar unos minutos para a disfrutar de su actividad favorita: leer, pintar, tocar algún instrumento, bailar, etc.
  • Haciendo deporte.
  • Muy importante, fijándose metas realistas y llevar a cabo sus actividades lo mejor que pueda, recordando siempre que nadie es perfecto y que no es posible hacerlo todo bien.
  • Aprendiendo a quererse y a respetarse.

 

¿Qué es el Bullying?

El Buylling (conocido como el acoso escolar) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar son los niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia.

Este tiempo de violencia escolar se caracteriza por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte.

El sujeto maltratado queda expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas. Esto genera que la víctima viva aterrorizado con la idea de asistir al colegio y que se muestre nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana.

La dureza de la situación, puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.

Objetivos del acoso escolar:

El objetivo de la  práctica del acoso escolar es intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir emocional e intelectualmente, a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de domina, someter, agredir y destruir a los demás que pueden presentar los acosadores como un patrón predominante de relación social con los demás.

Con mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro compañero suele estar rodeado muy rápidamente de una banda o grupo de acosadores que se suman de manera unánime y gregaria al comportamiento de hostigamiento contra la víctima.

Esto se debe a la falta de una autoridad exterior, como un profesor o un familiar, que imponga límites a ese tipo de conducta, proyectando el acosador principal una imagen de líder sobre el resto de sus iguales seguidores.

Hay ocho modalidades de acoso escolar:

  1. Bloqueo Social
  2. Hostigamiento
  3. Manipulación
  4. Coacciones
  5. Exclusión Social
  6. Intimidación
  7. Agresiones
  8. Amenazas

Prevención:

Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar. La prevención se puede realizar en distintos niveles.

Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).

Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para la prevención y resolución de conflictos escolares).

Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso escolar.

Quantcast